Lecciones de humildad

Todo pasa y algo, o nada, queda

JORDI GRACIA, Valencia, 27 de septiembre de 2019

Vivimos el presente como si fuese a ser una constante, como si nada fuese a cambiar.

Vivimos como si fuésemos a vivir siempre y los cambios nos afectan terriblemente, en ocasiones enquistándose en nuestro interior y causando mucho sufrimiento.

Es mejor aceptar, esa es la clave, aceptar que nada es para siempre que todo cambia porque nuestra existencia se basa en el ritmo, el cambio y el movimiento.

Aceptar y disfrutar de los momentos en los que somos felices, disfrutamos o nos sentimos queridos, porque sin duda pasarán.

Puede parecer duro explicado así pero pensemos por un momento en varias situaciones.

  • La parejas…que nos juramos amor eterno, los momentos que parecían interminables entre los dos…Con el paso de mayor o menor tiempo desaparecen, a veces para dar paso a sentimientos totalmente contrarios, en otros casos para dar paso a algo más sereno, menos visceral, y mucho más real.
  • Los amigos con los que sábado tras sábado salíamos de copas, a cenar o a disfrutar de algún centro de ocio o espectáculo, con el paso del tiempo unos desaparecen, se van a otras ciudades, se casan y tienen hijos, las parejas y amigos pueden no ser tan afines… Puede que cambie la amistad a algo totalmente distinto o puede que desaparezca para siempre.
  • El trabajo en el que te sientes feliz y realizado, puede que la empresa cierre, la actitud de los jefes hacia ti cambie que en algún momento te canses o que descubras con la monotonía del día a día que no era un trabajo tan idílico.
  • La asociación o centro cultural donde parece que todos son amigos y todos se mueven por un objetivo común, donde te sientes muy a gusto también podrá sufrir sus altibajos.

¿Nos tiene que llevar esto a sufrir? No necesariamente, lo que tenemos es que entender y aceptar que nada es para siempre, que todo se acaba, que un porcentaje altísimo de la gente que te quiere en algún momento dejará de hacerlo, o te fallará con mayor o menor intención, que te defraudará, que te hará daño…que donde te sentías feliz es probable que llegues a sentirte muy mal. Que lo que tienes lo puedes perder en cualquier momento ¡incluso tu vida! Que no siempre serás bello, atlético o saludable. Que tu poder adquisitivo va y viene aunque pueda parecer en algunos momentos como algo estable…

Y esto nos lleva irremediablemente a, una vez entendido y aceptado, empezar a disfrutar de lo que tenemos en el momento exacto que lo tenemos, porque se irá, cambiará o dejará de interesarnos.

Que todo pasa, lo bueno y lo malo, que nada es para siempre, que lo que dejes de disfrutar hoy puede que ya no lo encuentres mañana.

Te dejo un ejercicio de reflexión, piensa en todo esto y lleva tus recuerdos por un momento a situaciones como las que te acabo de contar, pero en tu propia experiencia.

¿Disfrutaste de aquellos momentos lo suficiente como para recordar lo bueno y aceptar el final?

¿Pensaste que aquello siempre sería así y aún ahora pasado un tiempo te sientes mal?

Espero que sea un aprendizaje que te permita aprender a aceptar y a disfrutar justo a ahora, en este momento, en este instante lo que tienes y te hace sentir felicidad, y cuando acabe no será una desagradable sorpresa, ni un recuerdo que desbarate tus emociones y tu paz interior.

¡Disfruta ahora! En un rato, en unas horas, en un día, en unos pocos años, ya no estará.

Susurros de luz

Susurros de luz, la asociación que hace que las cosas bellas sucedan y además las cuenta.

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