Juego de trileros
A veces siento como si la vida fuese una mesa de juegos de trileros con matriuskas en vez de vasos. Imaginaros la situación. Un estafador jugando contra el público mirón, deseoso de ganar la partida aun sabiendo que pueden ser engañados, creyéndose más listos que el que maneja los hilos al otro lado del tablero.
El trilero juega en línea, moviendo los objetos con rapidez,
¿a ver donde he guardado la bolita? Pero cuando levanta el vaso solo hay una muñeca dentro de otra, dentro de otra…nos intenta engañar jugando con el vacío interior o con la apariencia externa a la vez que con la rapidez de movimiento y el despiste. A veces siento como si la vida fuese un juego tan difícil de ganar que lo único que me apetece es sentarme a observar y reír.
Paso por la acera, observo al trilero, al gancho y al público, y sonrío al universo.
Yo juego mis propias partidas, a veces un solitario, otras un Juego de batalla, siempre con el ánimo de aprender, ya me costó una vez encontrar el sentido del juego. JUGAR simplemente. No quiero obsesionarme con quién gana, pues aquí ganamos todos o se acaba la partida.