26/42 Reto 42´195
En 1992 estuve colaborando con Madre Teresa y su congregación, en el refugio que tenían las misioneras en el Sur del Bronx en Nueva York. Repartía cosas de higiene personal a los Homeless, les hacía la cena y se las servía, fregaba los utensilios, les hacía un poco de compañía, charlaba con ellos y, al final del día, dormía en su cuarto, «cuidando” de ellos.
Pude escuchar muchas historias de cómo una persona puede llegar a vivir en la indigencia. Sentí su gratitud en el fondo de mi corazón. Una mañana, uno de ellos, se acercó a mi y me dijo: “Si alguien te molesta en la calle, dímelo”. Le mire agradecido y sorprendido. Otro me demostró admiración: “¿Cómo es posible que estés con nosotros, sin apenas hablar un correcto inglés, en lugar de estar haciendo cualquier otra cosa?
Mi vida es, y ha sido, servir. ¡Aprendo tanto de cada experiencia!
Ir a Paraguay significa poder ser los ojos de Amor en acció. Ver in situ qué necesidades hay y que es lo que se puede hacer por intercambiar energías, aprendizajes y experiencias.
Gracias por colaborar con mi reto: