Escucha amorosa
Hay veces que hablamos más con ganas de refutar las ideas del intercomunicador que queriendo decir las propias nuestras.
Tenemos que efectuar más la escucha amorosa y el habla compasiva. No pasa nada por no convencer, ni salir victorioso. La inmensa mayoría de las veces se refuerza nuestro carácter escuchando, simplemente escuchando.
Hoy me voy a dedicar a eso mismo. A escuchar al universo, a la naturaleza, a los habitantes que me rodean.
Jose M Escudero
He pasado todo el verano escuchando a una chicharra, su sonido era insistente casi cansino y ahora la echo de menos. A los visitantes que se acercaban, les molestaba, sin embargo, yo al oirla me remontaba a una novela romantica leida en un porche, mientras me embriaga el olor del galan de noche….
A mi el cantar de la chicharra me recuerda a mi infancia en el campo en casa de mis padres, nunca molestó. Era el sonido del verano.
Cada estación tiene lo suyo y cada cosa nos evoca algo acorde a nuestras vivencias, somos lo que somos gracias a ellas.