Abrazos en el parque, de nuevo
Jose Mª Escudero Ramos, Madrid, 9 de octubre de 2022
¡Qué éxito! ¡Qué ganas de abrazos teníamos! Hemos pasado una mañana maravillosa en el Parque del Buen Retiro pidiendo abrazos.
¿Por qué los pedimos cuando hay grupos que dan ”Abrazos Gratis”?
Llevamos ya muchos años haciendo Kedadas de abrazos y con la experiencia hemos comprobado que si “das abrazos” tienes una menor respuesta porque hay personas que no quieren abrazos aunque sean gratis, pero si pedimos “¿Me das un abrazo? Lo necesito”, ¿quién pueden negarse a dar un abrazo?.
Hoy hemos sentido una energía muy bonita pues hemos coincidido con la Carrera por el niño por lo que había muchas familias correteando, nunca mejor dicho, por el parque, además el tiempo soleado nos acompañó. Un día perfecto.
Estuvimos dando abrazos Miguel, Desam. y el que esto escribe. Javier, asiduo a todo tipo de eventos que organiza la asociación, hoy no pudo venir pero estuvo en nuestros abrazos y corazones.
No todo el mundo quiere recibir abrazos, unos por miedo a contagios, otros porque no les gusta abrazar a desconocidos. No pasa nada. Cuando nos dicen que no, nosotros insistimos y motivamos a que se abracen entre ellos, nos gusta provocar el abrazo; esas parejas que pasan diciendo que ya tienen quien les abrace y les pedimos que lo hagan y lo hacen… Nos encanta, pues la energía de ese abrazo nos llega.
De nuevo nos preguntan ¿Por qué hacemos esto? Pues porque en el mundo hay muchos actos negativos y nosotros queremos compensarlos con actos positivos que alegren, que amplifiquen las ondas positivas. Hacemos reír, nos hacen disfrutar, salimos en una burbuja mágica de amor por el prójimo… ¿no es mejor si transmitimos esta energía linda que la contraría? Ya hay bastantes actos oscuros, pongamos un poco de luz.
Los abrazos han de ser largos, al menos 8 segundos, sentidos, corazón con corazón y en silencio. El abrazo silencioso que permite sentir plenamente el instante.
Vaya regalo que nos da el Universo que hace que coincidamos en el mismo momento, en un punto de este planeta, madre, hija, Desam. y yo, cuando todos necesitamos unos abrazos y nosotros, además, escuchar la historia de Alicia e Isabel y sentir todo el amor que se tienen, aunque Madre no lo pueda recordar.
Miguel, un poco más hacia la puerta del parque, seguía en la tarea, haciendo disfrutar a todas aquellas personas que pararon a abrazarle, a reír, a escuchar o a preguntar ¿por qué hacemos esto?.
Me siento tan enamorado de la vida que no se me quita la sonrisa del alma. ¿Por qué no lo vamos a hacer?
¿Te apuntas a la próxima?