Acampada con HanicuentoDesam Ferrández

Acampada con Hani

Hoy es un día especial, diferente, sí ya sé que cada día es diferente a otro, pero es que es muy diferente y veréis porque…

¡Me voy de acampada con un hada…! Ríete.

Llego tarde, aprieto el acelerador, sin embargo el estado de la pista no me deja correr más, espero que Hani, gracias a su telepatía, sepa que estoy llegando y no sé impaciente por mi tardanza.

Creía que invertiría menos tiempo en la preparación de las cosas de la acampada, que sería más rápida.

Llego apurada a la zona donde he quedado con Hani y me la encuentro hablando con una flor, ja ja

D: Hola le digo, ya he llegado.

H: Sí, ya te veo, me contesta.

D: Disculpa el retraso, se me ha hecho tarde, si usarás móvil te hubiera llamado, le digo mientras hago una mueca “de cómo es posible que no tengas móvil” a la vez que me río a carcajadas.

H: Ja ja ja, eso sólo pasa en el mundo de los humanos, aquí realmente no importa si llegas media hora tarde, yo siempre tengo cosas que hacer …como conversar con amigos o simplemente sentarme y disfrutar de las vistas.

D: Dime ¿Ha servido de algo que te dijera que iba a llegar tarde por telepatía?

D: Pues la verdad, te diré, que no me ha llegado nada, lo que si  he sentido ha sido tu nerviosismo, bueno de todas maneras no importa ya has llegado ¿No? ¡Pues vamos!

D: ¿Vas así de vacío? ¿No coges nada para la acampada?

H: Sí, seguro que tú llevas  todo lo preciso.

D: Ja ja, qué buena eres, igual ni siquiera te hace falta nada.

Nos subimos al coche y nos dirigimos a un pico conocido, para ir a pasear por sus bosques y sus entrañas, Hani me dirige ya que yo desconozco el sitio. Por el camino vamos charlando para hacer más ameno el viaje,  llegamos al lugar y buscamos la zona de acampada, el camping está muy bien habilitado, tiene baño, ducha, fregadero y lugar para hacer fuego. Perfecto, podemos hasta cocinar.

Hay pocos campistas y me río al pensar cómo se quedaran estupefactos a ver a Hani a mi lado.

Hani oye mi verborrea mental y me dice…posiblemente donde vamos no nos vea nadie.

D: ¿No nos quedamos aquí? le pregunto, estamos en la zona de acampada.

H: Sí, pero la zona es muy extensa, vamos un poco más hacia arriba por esa pista.

D: Ya ¡Pero entonces estaremos lejos de las instalaciones del camping!

H: Seguro que no nos hace falta utilizar esas instalaciones.

D: Bueno… igual me hace más falta a mí que a ti, jaja, no obstante dirígeme, vamos al sitio donde tú tienes pensado, seguro que es un sitio maravilloso e idílico y estaremos muy cómodas.

Me sigue guiando y lo cierto es que nos alejamos bastante, llegamos a una explanada muy cerca del pico y ahí aparcamos el coche y montamos la tienda, llevamos una tienda cómoda de esas que se montan rápido con 4 piquetas y poco más, una vez acomodadas  comemos algo y descansamos.

Hani me despierta con suavidad, vamos Desam, me gustaría ir de paseo quiero enseñarte un lugar bonito antes de que se esconda el sol.

Me desperezo y la sigo, subimos hasta el pico de una montaña, guauuuu es un lugar maravilloso, aunque hace frío, le digo a Hani ¿Podemos quedarnos un rato aquí? Me gustaría contemplar el entorno, no solamente de pasada.

H: Claro

D: Me gustaría quedarme un rato meditando y contemplando estás vistas, son muy hermosas, las montañas, la vegetación, las formas onduladas que crean esas montañas… ¡Qué bonito, cómo me gusta!

Busco una piedra y me quedo absorta mirando a lo lejos, mi mirada se desplaza de derecha a izquierda, para abarcar todo el espacio que está enfrente mío, vemos el espectáculo de la puesta de sol desde aquí arriba, es magnífico, me siento privilegiada por poder estar aquí y vivir esto. Tenía razón mi amiga, la verdad es que aquí no vemos ningún otro humano, sin embargo duendes y seres alados seguro que hay por doquier.

H: Desam, qué cara de felicidad tienes, dice Hani mientras me mira sonriendo.

D: Es que esto es muy bonito, gracias preciosa por traerme aquí.

H: ¿Nos podemos ir ya? Oscurecerá en breve.

D: Sí claro, cuando quieras, y ahora ¿Qué planes tienes?

H: Ir a la tienda, jugar a algo y dormir, mañana me gustaría que madrugáramos tengo muchas cosas que enseñarte.

D: ¿Haremos otra excursión?

H: Sí, ya verás, seguro que también te gusta.

D: No lo dudo, solo con estar en contacto con nuestros hermanos árboles ya me gusta y me rechifla.

Nos dirigimos a la zona de acampada y ciertamente la noche nos ha caído encima,  Cenamos y nos tumbamos a mirar las estrellas, aquí tienen un brillo diferente, hoy el cielo está contento y nos regala su mejor brillo, ¡qué! feliz soy; se me cierran los ojitos y Hani se da cuenta y me dice vamos Desam vamos a dormir mañana te despertaré para hacer una excursión, lindos sueños amiga, me dice Hani mientras me acaricia la cara y me da un besito de buenas noches.

Dicho y hecho a la mañana siguiente me despierta con la misma dulzura.

Me quiero hacer la remolona, Hani se ríe de esta costumbre humana.

Preparamos la mochila para la excursión, agua, comida y comenzamos la marcha. Yo voy caminando y ella levitando a mi lado, durante un largo tramo vamos calladas cada una con su pensamiento, yo voy  observando, mirando el entorno y ella no sabría muy bien…

Vamos por aquí, Desam, hay un acantilado que no tiene desperdicio.

D: ¿Podremos volar?

H: Bueno, ya veremos

Llegamos al lugar dónde Hani me había indicado, ¡Gualaaaa! ciertamente es maravilloso, un escenario de pedruscos en los que los árboles parecen que salen de la misma piedra, mostrando su fortaleza y coraje.

H: ¿Te gusta?

D: Gustarme es poco, me chifla.

H: Deja la mochila en el suelo y cógete a mí.

Empezamos a hacer un planeado por el acantilado, a mí me faltan ojos para mirar, porque allá donde miro es precioso, ella se da cuenta y se ríe ¿A qué es bonito?

Si, si, Hani  es precioso gracias por traerme aquí, le contesto mientras no paro de dar gracias al planeta por tener estas bellezas y poder disfrutar de ellas.

H: Ja, ja, ja Cómo estás disfrutando, ¡Vamos! Te quiero enseñar una cosa.

A lo lejos se ve una pequeña cueva y allí nos paramos.  Aquí es, en esta cueva vienen a anidar aves cuando migran a esta zona, aunque ahora no es la época y está vacía, desde  esta posición se domina todo el paisaje, si nos sentamos al borde de la cueva con las piernas colgando en el precipicio podemos mirar hasta donde te llegue la vista.

Vamos sigamos la excursión, seguimos volando y me va diciendo los nombres de las diferentes clases de árboles o arbustos, mira eso es un álamo, aquellos son pinos, parece que estos árboles hayan crecido más de lo habitual, tienen troncos enormes, muchos no se pueden abarcar entre los brazos, es precioso, continua diciendo el nombre de las plantas, yo conozco algunas aunque no las llamamos igual que ella, a lo lejos oímos un ruido, algo que no identifico.

D: ¿Qué es ese ruido?

H: Debe de ser que es la época de tala de árboles.

D: ¿Aquí se permite talar árboles?

H: No sabría decirte en qué zonas se permiten y en qué zonas no, sin embargo aunque está lejos reconozco el ruido, además a mí me llega con más intensidad que a ti.

Yo me quedo triste porque no entiendo cómo es posible que talen árboles en este espacio tan mágico…

H: Desam no estés triste, gracias a su capacidad ha sentido mi tristeza, los muebles que adornan vuestros hogares están hechos de madera, van sacando madera de todo el bosque de forma selectiva, sin embargo te aconsejo que estés aquí y no allí, ya que pensando en lo que no ves te perderás lo que está delante de ti.

D: Tienes razón, perdón, está mente humana me hace pre-ocuparme ja ja.

H: A lo mejor luego vamos a la zona de tala, pero de momento quiero enseñarte más cosas.

 

Seguimos con la excursión sobrevolando los árboles, hay momentos que hasta podemos tocarlos con las manos, llegamos a una zona donde hay moras y nos detenemos para comer de ellas.

D: ¿Las moras también tienen sus duendes particulares?

H: Claro

D: ¿Los puedo ver?

H: Estos creo que no alcanzarías a verlos porque son muy, muy menudos.

D: ¡Oh!  Bueno no importa ¿Luego me enseñarás algún ser precioso? Me gusta que me presentes a pequeños seres, tanto que le he cogido gustito.

H: Ja Ja. Veremos si se dejan ver.

Seguimos con la excursión y con el ruido de la poda.

D: Hani ¿De verdad que no te molesta que corten a esos magníficos amigos tuyos?

H: Pues sabes, la naturaleza se regenera sola, o con ayuda, y forma parte de la vida misma, todos sabemos que tenemos un fin seguro, por lo que no me sorprende esta práctica ya que es ocasional, aunque no muy frecuente.

D: Jope, pues a mí me entristece.

H: Ven cógeme de la mano y vamos a un sitio que creo has de ver.

Al coger a mi amiga de la mano nos elevamos un poco de la tierra y como si lleváramos un patinete invisible nos desplazamos por el lugar…

D: ¡Ala, Hani ,aquí han podado árboles!

H: Claro, por eso te traigo aquí.

D: No entiendo nada,  creo haberte dicho que no me siento bien con esta situación.

H: Sí, sí que me lo has dicho, lo que pasa es que creo que estás mirándolo desde un punto que no es del todo correcto.

D: ¿Por qué dices eso?

H: Porque lo estás mirando desde el dolor y no desde la comprensión de lo que sucede en la naturaleza.

D: Jolín, pues ahora sí que me he perdido más, me lo vas a tener que explicar.

H: A eso voy,  mira ¿Ves este tronco?

D: Sí, es un tocón súper grande, eso significa que aquí había un árbol magnífico y lo han talado.

H: En efecto, muy bien, ese está recién podado, pues acompáñame a ver otro.

D: Voy, aunque sigo sin entender nada.

H: Mira, aquí hay un tronco que está cortado hace años, ¿A qué ya no ves el tronco?

D: Pues no, pero si dices que eso es un tronco, será que está debajo de la vegetación.

H: Pues ahí quería llegar, los troncos luego sirven para que el bosque cambie, lo invade la vegetación, los hongos… y ese árbol no está triste como tú crees. Tú estás triste por ti, no por el árbol.

D: Guauuuu, pues nunca lo habría pensado así, le has dado la vuelta totalmente.

H: Ven, vamos a ver este otro árbol, este ha sido partido por un rayo

D: Cierto, este no está cortado si no que está quebrado.

H: Exacto y esto no ha sido por la mano del hombre, ha sido por la propia naturaleza.

D: Claro, pero esto es diferente.

H: Pues te voy a decir que es similar, los árboles con el tiempo también se mueren, se caen y se rompen, los rayos ayudan a eso y entonces el entorno cambia, porque el tocón que se queda del árbol, sirve para que otras plantas, hongos o animales puedan asentarse en él.

D: Ya, visto así puede que tengas razón.

H: Ven a ver este, lo han podado hoy o ayer. Pon las manos encima del tocón y pregúntale ¿Cómo te sientes hoy?

D: Estás de broma, no me va a contestar.

H: Desam qué ya has venido muchas ¡Veceeeees!, que ya sabes que todo tiene vida, el hermano árbol te va a contestar, sin embargo tienes que estar abierta a su respuesta, lo primero que te venga a  la cabeza es su respuesta, no lo interpretes, solo pregúntale “¿Cómo te sientes hoy, hermano árbol?” y espera a que te conteste.

H: Yo creo que me lo estás poniendo muy difícil, yo no sé si voy a poder hacer eso.

D: Déjate llevar.

Como indica mi amiga pongo las manos encima del árbol, lo siento frío, es un tocón bastante gordito, cierro los ojos y le hago la pregunta que me ha dicho Hani, “hermano árbol permite que interrumpa  tu descanso, ¿Me puedes decir cómo te sientes hoy?, y espero…

De repente oigo algo similar a una voz que me dice, “contento”; casi doy un salto del susto, no creía que esto pudiera suceder…

Hani está tronchándose de risa al ver la cara que he puesto cuando el árbol ha dicho “contento”, porque ella también lo ha oído, ya que está a mi lado.

H: Ves, Desam, está contento, no triste como tú crees, pero vamos a seguir un poco más con él, sigue con las manos en contacto con el árbol a ver si tiene a bien seguir hablando.

D: Me dirijo al árbol y le pregunto en voz alta, ¿Hermano árbol, cómo puedes estar contento si te acaban de cortar?

“La vida no acaba aquí “ me contesta, “aún estoy conectado con mis hermanos por las raíces e incluso te voy a decir más, voy a estar más relajado porque no tengo que crecer, no tienen que salir los brotes, no tengo que sostener las hojas, ahora serviré de base para otras plantas que me cubrirán, y yo seguiré viviendo observando lo que me rodea, viendo pasar a mis hermanos animales, viendo pasar a vosotros los humanos, sintiendo como las hormigas me hacen cosquillas en mi corteza y sobre todo disfrutando de este entorno precioso que me rodea”.

D: Jolín, esto sí que no me lo esperaba, nunca hubiera imaginado esta respuesta, yo pensaba que cuando talan un árbol se muere y se acaba su vida.

Otra cosa que no comprendo es como he oído hablar a este ser, quizás estoy perdiendo la cordura, o tengo insolación y en mi delirio oigo voces. Hani, que está escuchando mi cháchara mental, me susurra al oído, Desam, no estás delirando, yo también lo he oído y no tenemos insolación ninguna de las dos ja ja…

H: La vida continua, el bosque utiliza todos los recursos para sostenerse y vivir.

D: Estoy un poco cansada y tengo hambre.

H: Normal, después de estas experiencias uno se cansa, vamos al campamento comemos y descansamos.

D: Sí y luego regresaré a la ciudad que no quiero que se me haga de noche.

H: Perfecto.

D: ¿Puedo volver otro día para que me presentes más amigos tuyos?

H: Claro que sí, al final vas a estar viviendo más en el bosque que en la ciudad, ja ja

D: He de decirte que sí que me gustaría.

H: Ven cógete y vamos a volar así llegaremos más pronto al campamento y no te cansas.

D: Gracias querida, que sí que estoy cansada.

H: Es que las emociones también cansan.

 

Después de reponer fuerzas, me despido de la pequeña, ella sigue saltarina mis pasos mientras me alejo, parece que nunca se cansara, ja ja.

Gracias vida por permitirme estas experiencias, mientras estoy con este pensamiento me pellizco para comprobar que no es un sueño, doy fe que yo misma me he hecho daño, corroborando que estoy bien despierta.

Gracia Hani y gracias bosquecito.

Susurros de luz

Susurros de luz, la asociación que hace que las cosas bellas sucedan y además las cuenta.

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