Ahora que termina el año…
Ahora que termina el año…
…quería compartir una reflexión. Todo lo que hemos vivido como Susurros de luz hasta ahora ha sido, está siendo, un aprendizaje maravilloso.
Personalmente, como coordinador del voluntariado #DesayunosConscientes en Embajadores y del #ProyectoBelén en las calles de Madrid y Castellón he aprendido el valor de:
– la escucha activa y amorosa
– el silencio oportuno y la palabra exacta en el momento adecuado
– un abrazo
– el compañerismo
– la constancia
– el amor
He de reconocer que hay días que me cuesta mucho seguir adelante. Dirigir la asociación, llevar los libros de cuentas, la comunicación interna y externa, conseguir fondos y coordinar los grupos así como preparar cada salida a dar cenas o los desayunos, a pesar de que ahí si tengo buenas cooperaciones, es duro. Hay días en los que veo la cuenta corriente y me entran escalofríos. Pero hay una fuerza superior que hace que las ayudas económicas lleguen y nos facilitan la labor.
Hay personas que confían en nuestra labor desde hace meses, algunas llevan años aportando una cifra mensual. Hay quien, a fuerza de ser constantes, nos ven semana tras semana en el mismo lugar de la glorieta de Embajadores dando desayunos, kits de aseo y escuchando a toda persona que viene a por su ración de dignidad. Porque a todos nos gusta hablar con alguien, comunicarnos, socializar, sentir que para alguien somos importantes y que importamos. Pues esas personas que nos ven y nos aportan leche, bollos, azúcar o zumos, alguna vez donativos económicos, nos dan un gran sentido a nuestras vidas, son acciones de bien que suman. Hay demasiados estímulos negativos y el saber que somos ejemplo y motivo de solidaridad, me conmueve. Me gusta sentir que Susurros de luz hace que las cosas bellas sucedan, la opción de promover el bien y la solidaridad es otro aliciente para seguir repartiendo y recibiendo mucho amor.
Ahora que termina el año os voy a confesar un sueño. Me encantaría poder tener un local donde las personas que viven en la calle pueden tener un lugar donde charlar, hacer talleres, e incluso organizar un club de lectura. La soledad de la calle se hace más leve leyendo, y si se comparten opiniones, interpretaciones de lecturas, mientras tomamos algo caliente, hacemos que se socialice, que se generen vínculos y que se vea la vida desde otra perspectiva.
Soñando, soñando, me gustaría tener un espacio donde poder ofrecer servicio de lavandería, duchas, bolsa de empleo, unos trajes que podamos prestar para que vayan a las entrevistas de trabajo…
Soñando, soñando, me gustaría poner en diferentes calles de la ciudad unas maquinas dispensadoras de caldo caliente o café, máquinas en las que cualquier persona pueda dejar pagado una bebida a otras que no tengan recursos.
Hay tantos proyectos, tantos sueños…
Ahora que termina el año confío en el ser humano, en su bondad y en sus bondades. Cada uno de nosotros hacemos las cosas lo mejor que sabemos, no sabemos hacerlo mejor, por eso es importante la formación continua, la comunicación, la observación, el espíritu crítico y el auto análisis.
Aprendemos. Seguimos adelante un año más gracias a colaboradores, personas y fundaciones que nos apoyan. Gracias a las voluntarias y voluntarios que madrugan para poder estar a las 8 am en la glorieta, o trasnochan por estar hasta las tantas dando cenas.
Ahora que termina el año he de reconocer que soy muy afortunado por poder seguir al pie del cañón, escuchando historias conmovedoras, siendo testigo de verdaderos actos de solidaridad, aprendiendo de cada persona que se cruza en mi camino… por nuestros caminos.
Me siento tan afortunado porque me estás leyendo.
Vivir día a día con los brazos abiertos hacia el cielo, agradeciendo todo lo que nos ofrece la vida es mantener el espíritu de la Navidad todo el año. Y los milagros existen.
Gracias por apoyar a Susurros de luz.
Gracias por vuestro tiempo, vuestras aportaciones, por estar siempre ahí. Cuento con vosotras, con vosotros para seguir soñando.
Gracias.
Jose Mª Escudero Ramos, fundador de Susurros de luz
Pingback: | Mucho más que arte y escritura
Pingback: Ahora que termina el año | Mucho más que arte y escritura