Otra Noche de Reyes llena de magia
Castellón, 8 de enero de 2018
Artículo compartido por Jose Mª Escudero Ramos
¡Todo se mueve tan deprisa! Me dice mi amiga Silvia después de actualizar las últimas novedades sobre las cenas que preparábamos para la de Noche de Reyes. Amigos que no paran de llamar, que quieren venir o dar dinero para que compremos comida o bebidas, o que me entrevisten en Onda Cero Castellón… Es increíble, desde hace tres años que comencé tímidamente hasta ahora, todo lo que se está moviendo.
Desam y yo quisimos repetir la experiencia del año pasado en Madrid, pero en esta ocasión en Castellón. Invité a que viniera con nosotros a una conocida que regenta un restaurante, Karny, aceptó encantada, afirmando que era algo que estaba deseando hacer desde tiempo atrás.
Al compartir el artículo que escribí sobre las cenas de Nochebuena, Sara y Luis, su marido, también se sumaron a la jornada.
A Onda Cero Castellón fui gracias a mi amiga y compañera de Cuentos sonoros, Mónica. A la radio fuimos con su hija. Al escuchar la entrevista improvisada que me hicieron, porque a Onda Cero fuimos para hablar de nuestra labor en Amor en acció, Mónica e hija se unieron al proyecto. Mi tía Mari Carmen y una persona anónima donaron dinero a Susurros de luz para comprar mantas, roscones; Ana Tere nos trajo batidos de chocolate y zumos…Y 6 personitas con un corazón enorme quedaron conmigo a las 19:30 en un parque de Castellón, cargadas con sándwiches, bebidas, dulces, roscones, mandarinas, chapas con palabras positivas, mantas y mucho amor. Mónica y Sofía hicieron unas pastas caseras que pudimos probar, estaban deliciosas porque tenían un montón del ingrediente mágico: Amor
En la Radio me preguntaron ¿Qué es lo que esperaba encontrar en la Noche de Reyes? Respondí que deseo no encontrarme a ningún Sin Techo en la calle.
Yendo al punto de encuentro, Desam y yo nos encontramos con un hombre pidiendo dinero en la puerta de un supermercado. Comenzamos pronto. Un poco de charla, una sonrisa, entregamos una bolsa preparada y seguimos.
A las 19:30 horas nos juntamos todos menos Luis, que llegaba un poco más tarde desde Barcelona, aun cansado y todo, quería compartir una noche especial con nosotros.
Desde el punto de partida salimos andando hacia uno de los parques donde sabíamos podríamos encontrar una buena cantidad de Sin techo pero vemos a muy pocos, dos escondidos en la oscuridad de un rincón del parque. Dudamos si eran Sin Techo o no. Vamos sigilosos, nos presentamos, charlamos… unas risas, unas confidencias, y repartimos las chapas, la comida. No querían mantas, tenían sacos. No quieren almacenar cosas porque tendrían que cargar todo el día con ellas, y si tienen suficiente, no aceptan las ofrendas que les puedas dar. Solo las cogen si las pueden compartir con un compañero al que saben les puede venir bien.
Seguimos la marcha en busca de Enrique, un hombre al que ya entrevistamos hace un año en revista IMO, sigue viviendo en la calle. No levanta cabeza, ¿Libre Albedrio? No debemos juzgar porque cada uno tiene su mundo, su propia película, ¿Quién sabe que es lo que les pasará por sus cabezas? De camino hacia la plaza donde Enrique pernocta no encontramos a nadie, tampoco estaba Enrique en el lugar donde esperábamos encontrarle.
La noche estaba siendo mágica de verdad, descubrimos que los vagabundos de Castellón estaban muy bien atendidos y que hay pocos en comparación con grandes capitales como Madrid o Barcelona.
Nos informamos de que hay un comedor social y que por sus alrededores suelen pernoctar. Había que ir en coche, así que vamos a por ellos, de camino nos encontramos a otra personita, Jorge, a la que damos un poco de conversación, una sonrisa, una manta y comida. Su mirada es cristalina, ojos emocionados y agradecidos.
Seguimos a por el siguiente punto de encuentro, es una tienda de juguetes en una especie de zona comercial entre polígonos. La tienda estaba abierta, nos dice el vigilante que bajo el toldo de entrada suelen dormir pero que llegan mucho más tarde, una hora después de que cierre las puertas la tienda.
Con frio y cansados decidimos ir a hacer tiempo a un bar y cenamos algo. Allí se unió Luis.
Durante la cena la conversación, muy espiritual. Hubo risas y confidencias. Nos unió mucho a los 6, la peque estaba jugando en un parque que había en la cafetería.
Cerca de las 22 horas y seguimos en busca de personas necesitadas, sabiendo que era “nuestra necesidad”, pero que el éxito realmente era no encontrar a nadie.
Volvemos al punto de partida, encontramos a dos indigentes más, nos dicen que habrá más en los cajeros de los bancos. Dejamos comida en varios espacios, un templete de música que daba cobijo a tres jóvenes y un perro, y en dos cajeros que cobijaban a otras dos personas. Caminamos mucho y pasaban las horas. Seguimos en busca de ángeles del camino pero afortunadamente no tuvimos suerte, o sí.
Karny se marchó a seguir trabajando a su restaurante, Mónica y Sofía ya se habían marchado antes, la peque tenía que dormir para que llegasen sus Reyes magos, muy merecidos por cierto.
Continuamos Desam, Sara, Luis y yo. Más risas, charlas profunda, aceptación mientras vemos los mensajes del Universo creador y conversaciones entrañables que entretejen unos lazos de amistad espero que inquebrantables.
Una noche así une almas.
Hacia las doce y media decidimos retirarnos, vamos hacia el coche de Sara y nos encontramos a dos jóvenes que iban a dormir al parque, caminaban con mochilas y unas cajas de cartón plegadas bajo el brazo.
Estuvimos hablando con ellos un buen rato. Vienen desde Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, caminando, no sabemos cómo cruzaron el Atlántico, llegaron hace días a Valencia y quieren ir a Rusia caminando. Toda una experiencia. Les dimos mantas y comida y les deseamos un buen camino.
Sara y Luis, viven a 40 minutos de Castellón, nos acercaron, a Desam y a mí, en coche a casa. Nos despedimos con un abrazo de esos que unen corazones y nos fuimos a dormir con la idea de madrugar para repartir lo que todavía nos quedaba por dar, unos 7 packs de comida y bebida. Las mantas las guardo para repartir en Madrid, pues en Castellón he visto que no han sido muy necesarias, afortunadamente.
Por la mañana Desam y yo despertamos llorando de emoción y gratitud. Desam me dice unas palabras que salen de un corazón agradecido:
Hay gente que dice que hay personas malas, es una creencia errónea, durante la noche de reyes, celebrada de una forma original y poco habitual, el universo nos ha mimado y nos ha llevado entre algodones. Tenemos mucha suerte, soy muy afortunada porque toda la gente que conozco y que está a mí alrededor, por eso digo que no existe la gente mala. Incluso gente que no conozco que veo por primera vez, en cuanto hablamos un poco, doy fe de que son gente maravillosa. Anoche conocí gente especial, hasta esas personitas que están en la calle, sin un hogar donde refugiarse en las noches frías, se abren, te cuentan sus historia, sus aventuras y a cada cual de esos seres son más hermosos. Algunos sonríen y nos muestras los huecos en sus dientes, pero aun así vemos sonrisas francas, de verdad, naturales. Y yo las observo con mucha gratitud por estar escuchando las palabras que salen de ellas.
Y a la mañana siguiente te despiertas y piensas y te expresas… y hacen que te tiemble la voz y el alma, es todo tan hermoso… además lo puedes compartir con tu pareja…
Los regalos de reyes son los corazones que se juntan con nosotros, me sirven de espejo para ver la maravillas de las personas que nos rodean, insisto, a cada cual más bonita…la gratitud entre algodones en que nos envuelven.
Tras esta hermosa confesión desnuda del alma, salgo con la bolsa a buscar personitas que necesiten nuestra ayuda, sabiendo que los mayores beneficiados de estos actos somos nosotros mismos.
Voy, en esta ocasión yo solo, al parque donde comenzamos y terminamos la noche anterior la jornada, sabiendo que sobre las 9:30 de la mañana suele haber un grupo de personas reunidas bajo un templete de música en desuso. Las vemos todos los días en nuestra caminata matutina, pero hoy solo estaban los mismos chicos de ayer, excepto un joven al que tuve el placer de conocer. Me contó su situación, es soldador, está esperando que le paguen un dinero de su último trabajo. Se llama Salvador, estuvimos hablando un buen rato mientras desayunaba un brick de vino barato. Al irme le dije “Salvador, me encanta tu nombre, Gracias por salvarme la vida” y el me respondió, con los ojos húmedos por las lágrimas que se resistían a caer por sus mejillas, “Gracias a ti, Tú me has salvado la vida a mí”. Cuanto deseo que el efecto de las palabras positivas hagan su efecto y cubran de un aura especial a todas las personas que las lleven.
Continúe la mañana por el centro de Castellón. En seguida terminé con el cargamento que me quedaba por repartir emocionado y lleno de gratitud.
No debemos juzgar a las personas, no sabemos por qué están allí, puede que sea culpa de un sistema que no funciona, puede que sea por culpa de ese Libre Albedrio que nos da la oportunidad de equivocarnos. Sea como sea, ellos están allí para que nosotros estemos aquí, siendo ayudados por esas almas de luz que disfrazados de indigentes, nos hagan sacar lo mejor de cada uno de nosotros.
Me ha gustado comprobar que en Castellón, los indigentes están bien cubiertos, el Padre Ricardo, toda una institución, Caritas y Cruz Roja, hacen una gran labor.
Si tuviese que repetir la experiencia, no saldría por la noche. Por la mañana hay más personas accesibles y lo más importante, no esperaría a que sean fechas especiales, el momento para darles atención, que es lo que necesitan, es ahora.
Al escribir esto, hay un grupo de Gente Positiva Madrid que también ha tenido la idea de repartir frases positivas impresas en papeles, sonrisas, mantas y comida por el centro de Madrid. A ese grupo pertenece mi amiga Silvia. Han hecho una cadena de WhastApp, invitando a todo el mundo a participar, tan potente que una amiga de Móstoles, Sandra, me ha reenviado el mensaje diciéndome “Mira lo mismo que has hecho tú de forma personal”.
Silvia, ¡Todo se mueve tan deprisa! ¿Quién iba a decirme a mi hace tres años, tras un divorcio, que esto se iba a expandir así, de una manera tan hermosa…?
Si me preguntarías un consejo para los que empiezan a repartir comida: Que se salga sin expectativas y que se deje el ego a un lado, quizás lo que veamos en los indigentes sea el reflejo de nosotros mismos.
Gracias a todas las personas que han hecho posible que la magia de una noche se expanda como el polen en primavera.
Gracias por hacerlo posible.
Gracias, compañeras, compañeros, Somos susurros de luz.