Buenas Nuevas
Conozco a un grupo e corredores que se llaman Drinkingrunners, ya sé que el nombre no es muy llamativo pero dejadme que os cuente que es lo que hacen…
Llevan varios meses haciendo una recogida de alimentos en una campaña denominada Kmsxalimentos. Son increíbles, organizan quedadas solidarias, donde los corredores llevamos comida y pasamos una mañana agradable. También ponen un stand en algunas las carreras con el mismo fin. Yo no sé cuanto llevan recaudado, pero miles de kilos.
El día 7 de diciembre hubo una de esas macro quedadas, donde varias agrupaciones nos juntamos para despedir el año y hacer un acto solidario. Yo estoy a punto de enfrentar un Reto deportivo solidario y justo, una jornada como ésta era perfecta para hablar de mi ego, de mi reto solidario, mientras pasamos una mañana solidaria. Esa mañana vi a una amiga corredora que no había podido llegar a tiempo para hacer el recorrido corriendo, aunque de todas formas tenía una pequeña lesión en la espalda fruto de agacharse mal el día anterior, llegó al final, justo para traer comida, vernos y saludarnos, a tiempo para entrar en la foto de grupo y para el sorteo…su hija fue, en esa ocasión, la mano inocente quien sacó los números premiados del sorteo…al terminar, vi a mi amiga Berta y a su pequeña de 5 años, Cristina, así se llaman, agachadas, ayudando al hombre de la limpieza a recoger las latas de refrescos que habíamos dejado todos los corredores en un punto, justo al lado de la concentración.
Una vez más la lección es que se nos va la fuerza por la boca, mientras hablamos de lo solidario que somos hay alguien que, en la sombra, en silencio y con discreción pone su granito para que el mundo gire mucho más amable. Las mejores lecciones se aprenden en silencio, tal y como se reciben, tal y como se dan.
Esa mañana conseguí reunir dos noticias para contar en éste rincón. Porque éstas noticas nunca saldrán en portada de los grandes medios, pero aquí si tienen cabida, y las contaremos con mucho amor.