Conversando con… Eduardo Bieger Vera en la presentación del libro El emocionario, cuentos sobre nosotros
El pasado miércoles 10 de abril hemos podido disfrutar de la presentación del libro El emocionario y de su autor Eduardo Bieger Vera en el Club Kolima, en la calle Covarrubias de Madrid.
No nos cansaremos de alabar las veces que sea necesario la gran labor que la editorial Kolima están haciendo en la difusión de obras con valores, además todo el equipo es muy trabajador. Cuando vamos a las presentaciones nos sentimos en casa, el ambiente de trabajo en bello, agradable, hay buena energía y muchas sonrisas, lo cual demuestra que están en coherencia con lo que difunden, por eso no nos extraña que los autores que presentan sean como son: cercanos, cariñosos, sencillos y de gran corazón.
Eduardo Bieger no es diferente, a pesar de sorprenderle diez minutos antes de la presentación, mientras recibía a todos los amigos que vinieron a acompañarle en un día tan especial, nos atendió con un cariño y diligencia que detuvo el tiempo.
¿El emocionario es tu primera obra?
No, hay una novela previa que ganó el premio Novelas Ejemplares en 2016, “Anatomía de un hombre pez” que está editado por la Editorial Verbum, tras esa novela ha venido este libro sobre relatos.
¿Qué es El emocionario?
Es un libro de vivencias en el que conviven diferentes cuentos con diversas cargas emocionales. 42 historias exentas de dogmas y moralejas. Se pasa del amor al dolor, del miedo al enfado, las historias nos llevarán a las emociones, es un espejo en donde poder vernos a nosotros mismos. Durante toda la vida tratamos de dar explicación a todo y a veces no lo hay o no la vemos. En todo el libro habrá unos cien protagonistas y hay tantos prismas como protagonistas y lectores.
¿Cómo surgió la idea?
Surgió la idea porque es de lo que puedo escribir, de lo que observo, de lo que consulto, de lo que escucho de la gente que me rodea. Lo que me transmiten son emociones que yo transcribo sin ningún tipo de juicio ni de dogma simplemente como un observatorio del comportamiento humano y las relaciones entre las personas.
¿Tu trabajo está relacionado con el comportamiento humano?
Directamente no está relacionado pero tengo que interaccionar cotidianamente con muchísima gente de muchas edades y de zonas muy distintas del mundo, eso hace que sea más fácil observar y sacar conclusiones.
¡Y de todas partes del mundo! con lo cual enriqueces muchos más los relatos.
Si, por supuesto que sí porque si ya somos muy distintos entre nosotros, imagínate si venimos de distintas procedencias.
El ser humano es observador por naturaleza lo que pasa es que nos van mermando nuestra capacidad de observación, enfocamos más la atención en el móvil que otra cosa.
Efectivamente, hay que observar y hay que escuchar, para mí eso es una gozada además de una obligación. Es una fuente de la cual te puedes nutrir para describir estas historias y mil más.
¿Por qué ese título y por qué la ilustración de la portada? Por cierto, muy bonita.
El título quiere indicar de lo que trata el libro, es un catálogo de emociones sin juicios. Sobre la portada… los paraguas necesitan que haya lluvia.
¿Tienes algún relato que te guste más que otro? ¿algún hijo predilecto?
Es complicado, no obstante son relatos muy variados, hay uno que se llama La saltadora de sombras que versa sobre como unos niños viven la violencia en el ámbito doméstico, es una perspectiva muy particular, es un cuento que recomiendo especialmente. Me ha costado escribir sobre malos tratos, la emoción del pánico, imagínate lo que es vivir con el terrorista en casa. Luego hablamos de todo tipo de emociones, desde el humor hasta lo más dramático, hay cuentos muy cómicos “Salsifí celificado con espuma de boletus” que no es más que el nombre de un plato de nueva cocina en la que un hombre intenta conquistar a una mujer con unos resultados disparatados.
No debe de ser fácil mezclar humor, tragedia…
Quien me conoce sabe que me ha sido muy difícil quitarme la broma de encima. Lo último que se pierde no es la esperanza, es el sentido del humor. El humor reduce la tensión.
¿El emocionario nos invita a perder el miedo a sentir?
Hay que sentir, si no sentimos estamos congelados, muertos y acabaremos siendo como una de esas máquinas que nos acompañan día a día. Sentir nos hace más libres.
¿A qué edad comenzaste a escribir?
Escribo desde que tenía uso de razón, de niño escribía poesía. Con 18 años escribí mi primer relato con mi bolígrafo y mi blog, Estos relatos del libro se empezaron a escribir en el 2000.
¿Qué es para ti poder escribir?
La escritura es un ejercicio terapéutico en el volcado de emociones que me permite hacer.
¿Hay algo de autobiográfico en los relatos?
Hasta los libros de dragones y princesas tienen algo de autobiográfico.
Si pudieses volver al pasado y te encontrases con el pequeño Eduardo de 15 años ¿qué consejo te darías?
Me daría simplemente un consejo: que hay que sentir, en esta vida hay que dejarse sentir porque sino estamos congelados, casi muertos. Ha medida que sientes eres más libre y siendo más libre eres más feliz.
Vivir sin miedo a sentir.
Hay que sentir de todo porque de todo se aprende, de lo bueno y de lo malo, si no vivimos en nuestra propia prisión.
Conocer las emociones para poder digerirlas.
Y para poder gestionarlas, con mayor o menor acierto, pero en todo caso para poder enfrentarse a ellas. Todo es un aprendizaje.
Recomienda a nuestros lectores un libro que te haya marcado…
El guardián sobre el centeno de J. D. Salinger, Siddharta de Hermann Hesse y un libro que me leí hace muy poquito, Bartleby, el escribiente de Herman Melville, es un cuento largo en el cual el personaje es absolutamente sorprendente y más cuando es del autor de Moby-Dick, es un libro breve, ágil, dinámico, todo lo contrario que Moby-Dick que puede resultar un poquito pesado.
¿Y una película?
…Difícil… diría La ventana indiscreta de Hitchcock, por ejemplo.
El gran observador…
Efectivamente, es el observador, de hecho yo siempre digo que este libro de relatos, me atrevo a decir, es como La ventana Indiscreta, es una ventana abierta a través de la cual puedes observar a los demás porque en el fondo todos llevamos un observador dentro.
¿Qué consejo darías a los gobiernos de todo el mundo?
Que fueran más humanos y menos políticos.
Y un deseo para los lectores.
Deseo que os perdáis en los párrafos de los relatos y estoy seguro que en algunos de ellos os encontraréis.
Una vez terminada la entrevista, el tiempo volvió a correr y durante la presentación seguimos disfrutando de sus perlas de sabiduría. Nos confiesa que es partidario de que el autor se relacione con el lector y en este caso bien vale la pena conocerle.
Eduardo afirma que El Emocionario está hecho sin tapujos pues escribe con el corazón, de lo cual damos fe. Y Nos aconseja observar, escuchar y guardar silencio, “dejemos que la gente cuente”.
Hemos devorado las 138 páginas de El emocionario, cada uno de los cuentos son como fotografías narradas, son una sucesión de hechos perfectamente descritos con un lenguaje envolvente, que te hacen sentir, eso es lo hermoso de la vida: Sentir emociones ¡Emocionarse! Y Eduardo ha conseguido hacerlo, emocionarnos, estamos seguros de que también a los lectores.
Enhorabuena.
Título: El emocionario, cuentos sobre nosotros
Autor: Eduardo Bieger Vera
Editorial: Kolima
ISBN: 9788417566432
Año de edición: 2019
Nº de páginas:138
Estuve en la presentación porque había llegado a mis manos «Anatomía de un hombre pez», de este autor, para mi desconocido (novela sorprendente y que no tiene nada que ver con nada de lo que había leido antes) y sentí curiosidad . Nunca había ido a una presentación tan brillante y tan cercana. El escritor te miraba y te hablaba de su vida y sus cuentos con total franqueza. ¡Que gozada!. Acabo e terminar «El emocionario». Solo puedo decir que es un libro de relatos fuera de lo normal. Una maravilla.
Qué maravilloso observar. Disfruto enormemente haciéndolo. Gracias por la recomendación.
Es lo que mas me gusta a mi hacer, y la sensibilidad con la que lo hace este escritor es total, porque te cuenta todo tipo de situaciones sin emitir juicios sobre nadie, ni adornarse con moralejas, ni decir lo que sería mas correcto hacer. De verdad, que vale mucho la pena leerlo y despues de escuchar al escritor, mucho más. Tiene un par de cuentos que tratan sobre el maltrato que son alucinantes. Un saludo.
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