Conversando con…Eva García Guerrero
Eva es autora del libro Sabiduría Atlante publicado por Obelisco. Realmente a Eva no le gusta decir que es la autora porque se siente que simplemente a transcrito o decodificado los mensajes que recibía de una frecuencia más elevada.
¿Cómo descubriste que estabas canalizando?
Fue muy bonito, un día que se cerró la puerta a un trabajo, yo quería volver a lo conocido, entonces se abrió la puerta a lo desconocido. Es decir, ese mismo día en que me dijeron “no, no te vamos a dar este trabajo”, estaba sentada en el sofá en casa con el gato, de pronto escuché en mi cabeza “te vamos a dictar un libro, este libro tiene que ser entregado a la humanidad” e incluso me proporcionaron el nombre de la editorial, Obelisco.
Lo tuviste muy claro entonces
Ese mismo día yo tenía dudas.¿Qué me está pasando? Por otro lado, la voz era tan clara que sabía que era cierto aquello que me estaba sucediendo. Por la noche dejé los folios al lado de mi cama y a las 3:44 una energía me despertó, comenzó la pineal a trabajar muy fuerte, sentí una energía que me llevaba, esa energía es la que me lleva a hacer todos los actos, mi mano cogió el bolígrafo…comencé a escribir. Yo recibía como por ondas de pensamiento las frases que estaba escribiendo pero era todo un proceso tan rápido. Puntos, comas, todo se daba, no tenía que pensar absolutamente nada, todo era dado. Así empezó la primera noche, la introducción y durante 36 noches más...
¿36 noches seguidas?
Sí…36 noches seguidas, 36 capítulos.
¿Cuándo comenzó?
El día del inicio de la primavera, el 21 de marzo. Y al día siguiente sucedió exactamente lo mismo.
¿A la misma hora?
No, horas diferentes pero bien entrada la madrugada. Era gracioso porque yo tenía que ir a clase a la universidad y no me dejaban dormir. Yo decía “quiero dormir” y empezaban a mover mi cuerpo, hacía movimientos involuntarios para despejarme, volverme a sentar en la cama y volver a escribir. Lo único que tienes que hacer es entregarte a eso, donarte y ya.
¿Cuánto tiempo pasabas escribiendo?
Los capítulos son bastante uniformes, cuatro páginas a mano más o menos. Lo que ocurre es que yo experimentaba lo que escribía, cuando hablaba sobre el movimiento de expansión y contracción del cosmos yo sentía esa sensación, cuando hablaba del vacío, durante un tiempo X pude entrar en ese vacío, en la percepción del vacío. No siempre era el mismo tiempo el que dedicaba a escribir. Tampoco miré nunca cuánto tiempo estaba escribiendo.
¿Todos podemos “canalizar”, o recibir esas transmisiones de entidades de otras frecuencias?
A mí, más que la palabra canalización me gusta decir transmisión porque considero que lo que se está haciendo es transmitir un contenido, una frecuencia energética que es lo que está sucediendo en ese instante. Mi ser es un canal pero lo que realmente está sucediendo es una transmisión de sabiduría, una transmisión energética, transmisión conciencial.
¿Cómo sabemos que lo que recibimos son mensajes de energías de frecuencia elevada y no de oscuros que se hacen pasar por atlantes?
Yo no lo he experimentado y a mí me gusta hablar de cosas que yo experimento. Cada ser tiene su experiencia conciencial que se va desplegando, lo que para uno es totalmente posible como ámbito de su experiencia para otro es totalmente distinto. Yo nunca he tenido experiencia con bajas frecuencias, si que he tenido experiencia, en algún momento, de haber recibido alguna entidad en mí, algún espíritu, pero después he conseguido extraerla. En algún momento en que he estado trabajando las emociones y estaba un poco más baja, en estados de tristeza o de rabia.
Y te permites sentir eso…
Totalmente, forma parte del proceso, si no atravieso eso no puedo aligerar toda la información que contienen todos mis cuerpos sutiles… vaciarse para que el cáliz se llene de algo más luminoso o más sabio. He hecho un trabajo de seis años de purificación junto a un maestro que me permitió vaciar, de hecho el libro y ésta recepción de información es el resultado de ese trabajo. Estoy convencida de que sí no hubiera hecho este profundo vaciado en mí no hubiera recibido esta información, no se hubiera dado.
Una vez que terminas el libro ¿Cómo haces? ¿lo llevas a la editorial?
La vida me puso a la persona adecuada que me ayudó para que el libro llegará a Obelisco.
¿Crees que todos tenemos un plan de vida cuando nacemos?
La certeza ha sido que en mi vida siempre he tenido delante aquello que tenía que experimentar, no he tenido que ir a buscar nada, todo ha venido delante de mí. Todo, las parejas, las clases de pintura, aquel que me habló de la enseñanza del hilo de oro, todo, absolutamente todo.
Ha ido preparándote para esto
Sí, es el recorrido que he hecho. Todo estaba ahí, de pronto se manifestaba, solamente tenía que decir Sí.
Y esta es un parte del camino, no es el final, todavía queda mucho por recorrer. ¿Estás preparando otro libro?
Es que este tipo de libros no se pueden preparar, te vienen. Te viene dado. Es una apertura conciencial, hay unan confluencia, de hecho el libro expresa que dependiendo de las ondas que tu emites de tu corazón, eso también permite conectarte con esos otros niveles de conciencia y ellos conectan contigo.
Al final todo se conecta y vibra a raíz del corazón
Sí, la clave es, como dice el libro, la apertura del corazón. Y es bonito porque el libro de alguna manera hace este trabajo de pulsar ahí, entre otras muchas activaciones que se pueden dar siempre que el ser esté receptivo, el pulsar en el corazón. Fíjate, a una vecina mía, le regalé un ejemplar del libro. Ella nunca había oído hablar de estas cosas, al poco de dárselo coincido con ella y me dice que al empezar el libro ha tenido un impulso de llamar a su madre con quien no se hablaba durante meses por un enfado, el libro llegó a tocar su corazón… el perdón, el volver a llamar, conectar… fue el ejemplo de algo muy sencillo pero muy auténtico que pudo acercarse a su madre gracias al libro.
El cerebro, al final, es una herramienta, el motor es el corazón, si no pules el corazón, si no vibra en la frecuencia adecuada no se puede conectar
Hoy por hoy se pide esto. A nivel de la conciencia se pide esa conexión con niveles superiores y el corazón.
Corazón puro, limpio, humilde y agradecido
Esas palabras que dices son muy verdaderas. Y muy esenciales, creo que resumen bastante lo que deberíamos manifestar todos.
¿Puedes conectar cuando quieras o eligen ellos el momento?
Eligen ellos.
Desde que acabaste el libro ¿te han vuelto a contactar?
Lo cierto es que desde que sucedió el fenómeno del libro y acabé la enseñanza con el maestro… el último curso que hice con mi maestro, estaba en Italia, coincidió una huelga de nuestra compañía aérea lo que nos obligó a estar unos días más en Italia. Mis compañeros del curso se buscaron otras formas para regresar a Barcelona mientras a mí me llegó un joven que, junto a otra chica, nos ofreció esperar tres días en su casa, a que acabase la huelga. Fuimos a su casa, nos contó que había una especie de mancha de humedad en la pared de la buhardilla. Subí y vi una cara, la saludo haciendo el saludo al sol, era una entidad de marte que se conectó conmigo a través de la conciencia. Me pidió que subiéramos a meditar a las 22:30. Subimos la chica y yo porque el anfitrión tenía otros planes. De regreso a nuestras respectivas casas seguimos conectando con esa entidad hasta dos meses después. Nos transmitió información, enseñanzas, algunas bastante acordes con el libro publicado, pero otras como la armonización a través de las vocales o la sanación a través de las manos, cosas muy bonitas.
Eso da para otro libro
Son sesenta hojas pero todavía no le he dado forma. Lo tengo guardado en el ordenador.
¿Meditas?
Sí, dos veces al día desde 2011. Al principio lo hacía como una metodología porque me lo había dicho alguien pero al final desarrollas el amor, se te despierta el amor verdadero a la meditación y estás desando entrar en ese profundo silencio y abrirte a eso. Esa es la diferencia, cuando llegas ahí es mucho más grato, ya no es una metodología, ya no es un “tengo que…”. Es algo que lo tienes integrado y que lo amas.
En “Sabiduría atlante” compartes unos ejercicios
Algunos ejercicios del libro forman parte de lo que fue mi aprendizaje con el que fue mi maestro. Este libro de alguna manera son las bases, a nivel filosófico y de conocimiento, de lo que nos transmitía mi maestro. Cuando lo leí completo me di cuenta, me dije “ostras, que fuerte”, conectamos con esa misma procedencia, estoy segura de que es así, que todo esto que yo he recibido, él lo recibió hace tiempo.
¿Cómo ves a la sociedad en este momento?
Yo tengo una visión bastante positiva. Creo que estamos en un momento de una profusión total de personas que están conectando, de personas que están realizando su camino propio, nuevas formas de trabajo, muchas herramientas… creo que todo está pulsando hacía una mayor despertar y una elevar la frecuencia tanto de los seres como del planeta y del universo entero pues todos estamos conectados.
Dinos un libro que te haya marcado
“Cómo ganar amigos e influir sobre las personas” de Dale Carnegie, aunque parezca un título muy comercial a mí me sirvió para abrir la puerta interior de cómo ser mejor persona, fue la llave que abrió mi conciencia y me dije “has de hacer un cambio”. Otro que también me marcó fue Siddharta de Hermann Hesse.
Y una película
Juan Salvador Gaviota, la película. Me la dio en mano una amiga y ahí fue la catarsis, me hizo dejar el trabajo y volver a la universidad. Dejar la zona de confort y saltar a la zona de “no sé”.
Si pudieras volver al pasado y encontrarte con la pequeña Eva de 15 años, ¿Qué consejo te darías?
Ninguno porque todo es perfecto tal como es. Fíjate, no me daría ningún consejo, todo se va a ir dando.
Pues ya te has dado un consejo “todo es perfecto tal como es”
Y así es.
Tienes oportunidad de entrevistarte a ti misma, ¿qué pregunta te harías que nunca te han hecho?
¿Qué prefieres: ser o hacer?
Y la respuesta es…
Ser
Siendo haces…
Sí
Y haciendo eres… en primera persona del plural, somos, somos susurros de luz.
Gracias, Eva, por tu tiempo y tu energía.
Y nos despedimos con un abrazo, sintiendo ese Somos de una forma muy especial.
Muy interesante, gracias!