Conversando con… Jacobo Parages, el hombre que hace los sueños realidad
Entrevista realizada por Jose Mª Escudero Ramos en junio de 2018
Fuimos compañeros de colegio, no nos veíamos desde hace más de treinta años aunque sí que nos seguimos por redes sociales. Es una persona que ha aprendido en la mejor universidad, el mundo, comparte su sabiduría a través de conferencias de motivación, emprende retos solidarios y ha escrito un libro que lleva un título tan sugerente como “Lo que aprendí del dolor”, editado por Plataforma Editorial. Estamos muy orgullosos y agradecidos de poder conversar con Jacobo Parages.
IMO: ¿cuántas veces has cruzado esas aguas que nos rodean?
Jacobo: He hecho el Estrecho de Gibraltar dos veces, la primera en el 2013 en beneficio de los niños de Síndrome de Down Madrid. En 2014, crucé el Canal de Menorca, cuarenta kilómetros, acompañado por Félix Campano y Peio Ormazábal que se sumaron al reto en beneficio de la Fundación Uno entre cien mil. Y la segunda vez que crucé el Estrecho de Gibraltar fue en el 2015, en un intento de ida y vuelta, cuyo beneficio fue financiar más investigaciones para luchar contra el cáncer infantil que se están llevando a cabo en el Hospital Universitario La Paz de Madrid y el Hospital Sant Joan de Deu en Barcelona. Hicimos la ida pero no regresamos a nado. Hacer una prueba de ese tipo requiere estar pendientes de muchos detalles, internos y externos.
IMO: No es lo mismo correr un maratón acompañado que nadar 40 kilómetros en los que no puedes hablar con tus compañeros. ¿Cómo fue la experiencia?
Jacobo: En 2014 estábamos muy ilusionados por el reto en sí y por lo que se quería conseguir. Nos coordinamos muy bien, era un perfecto engranaje, nos esperábamos, nos apoyamos. Lo importante es saber que no estás sólo, que te acompañan y que la gente te apoya, no solamente mis compañeros de reto sino todos los que apostaron por nosotros.
IMO: En el intento de ir y volver, cruzar el Estrecho dos veces, de 2015 no se cumplió el objetivo ¿qué ocurrió?
Jacobo: En este tipo de pruebas hay que preparar tanto el cuerpo como la mente, y en 2015 nos llevamos nuestras preocupaciones personales al agua. No teníamos la misma ilusión que el año anterior, hubo desajustes, uno iba mucho más lento. Yo lo noté en la travesía y mucho antes de meternos al agua. La ida fue muy rápida, llegamos agotados. El año anterior hicimos 40 kilómetros en 12 horas, pero ese año llegamos a hacer 16 kilómetros en cuatro horas y media. Llegamos a Marruecos y al volver el mar su puso mal, podíamos haber seguido pero en ocasiones tienes que saber cuándo tienes que parar.
IMO: Hay que saber parar y analizar el para qué pasa esto, ahora.
Jacobo: Para mí, una de las claves es preguntarse para qué a mí, en lugar de por qué. El preguntarte por qué no te lleva a ningún lado y el preguntarte para qué te ayuda, cuando encuentras respuesta, a darle sentido a lo que te ha pasado y te ayuda a crecer y si lo compartes con los demás, te ayuda mucho más. A raíz de esa experiencia imparto una conferencia y seminarios sobre la gestión del fracaso.
IMO: En España está muy mal visto el fracaso sin embargo en otros países ven de valientes el intento aunque fracases.
Jacobo: Eso lo digo yo en mis seminarios, en Estados Unidos te preguntan cuántas veces has fracasado… “yo soy de Chamberí, yo jamás he fracasado”-dice riendo- pero eso no es lo correcto. Ellos te quieren ya llorado. Tienes que demostrar que tienes la fortaleza para superar un fracaso.
IMO: El fracaso implica intentos, fortaleza y tesón. No es fácil tener éxito a la primera.
Jacobo: La gran parte de los sueños truncados se debe a que las personas no se arriesgan cuando ven que el camino no es fácil y el camino nunca es fácil.
IMO: ¿Cómo surgió la idea de hacer tu primer reto?
Jacobo: Surgió de una forma completamente espontanea. En mi rutina estaba la natación, una noche, en una cena, mi hermana me contó que un amigo suyo había cruzado el estrecho de Gibraltar nadando, yo pensaba que eso sólo lo hacía David Meca y cuando me dijo que su amigo se llamaba Jaime y no David, me hizo pensar que no hay límites. Y me marqué el reto de hacer algo desde mi espondilitis y mi dolor, hacer algo grande, algo que yo pensaba, hasta ese momento, que no era para mí, y al día siguiente de este comentario me tiré al agua para nadar por los niños del Síndrome de Down.
IMO: ¿Cómo es el entrenamiento para hacer estas travesías?
Jacobo: Pues es duro, te despiertas todos los días sabiendo que tienes que entrenar cuatro horas nadando. Tu vida social cambia por completo.
IMO: ¿Cómo te enfrentas a las emociones?
Jacobo: Tanto tú como yo, que formamos parte de la misma educación, hemos crecido en una generación en la que nunca se nos ha enseñado nada sobre las emociones, pero llega un momento en la vida en que te das cuenta que hay que poner por delante de cualquier cosa tus emociones. Ahora hay colegios en los que se hace mindfulness y se enseñan a gestionar las emociones. Nos han enseñado a no intentar cumplir nuestros sueños a que los niños no lloran, no se puede soñar…
IMO: Hemos crecido con el famoso cuento de la lechera.
Jacobo: Y de pronto llega un loco y dice que va a hacer realidad sus sueños y es feliz. En los últimos cinco años he sido más consciente de mis emociones, me he emocionado más, que en los 47 años anteriores. Las palabras de apoyo que escuho, cuando alguien viene a ti, que has pasado un cáncer y vas a cruzar el Estrecho a nado, y te dice unas palabras desde el corazón, eso me emociona. He tenido experiencias brutales. Somos emociones. En alguna conferencia me he tenido que callar porque me ponía a llorar.
IMO: El otro día escuché decir a Robin Sharma en la conferencia que impartió en MABS2018, que cuando te muestras vulnerable, es cuando de verdad enamoras a tu público.
Jacobo: Lloro muy pocas veces, pero me permito llorar, mostrar mis emociones.
IMO: ¿Tu despertar fue a través de una enfermedad?
Jacobo: Sí, mi despertar ha sido un camino muy largo. En mi infancia y juventud nunca ha habido un contratiempo, ni emocional ni físico, he sido un niño de seis con ocho, esa es al nota media que sacaba en el colegio y así era mi vida, no era ni el líder ni el pánfilo de clase. Era un niño medio. De pronto, a los 28 años, estaba trabajando en una multinacional en Londres, y una noche me vino un dolor brutal. Entonces mi despertar, si se puede llamar así, fue gracias que la Espondilitis anquilosante se hizo muy fuerte en mí y me obligó a dormir sentado durante seis años por el dolor.
IMO: Has dicho “Gracias a…”
Jacobo: Sí, absolutamente. Eso me llevó a hacerme una serie de reflexiones, a abrazar una actitud determinada, que es la que me hace estar sentado aquí ahora mismo. Es lo que me hace haber conseguido unas cosas y no haber conseguido otras, eso es lo que me hace ser lo que soy ahora.
IMO: ¿Cómo gestionas el dolor?
Jacobo: He trabajado mucho mi mente, ahora estoy con un tratamiento médico. He probado de todo y después de once años de un dolor intenso cada minuto de mi vida, sobre todo por la noche, me puse en manos de un reumatólogo. Ahora estoy con medicina bilógica, un inmunosupresor, no quiero saber los efectos secundarios, cuando empecé con este tratamiento hace diez años, me dieron para firmar un taco de folios del tamaño del Quijote, yo no los leí, tenía que firmar hoja por hoja para conocer todos los efectos secundarios, pero yo no quería saberlos. Mi forma de no ser rehén de la enfermedad es no saber mucho sobre ella, nunca he mirado mucho en internet. Sé que sin esto no puedo vivir.
IMO: El efecto placebo es que te curas con azúcar y el efecto nocebo, es que te llegas a morir por leer los posibles efectos secundarios. Lees todo lo que te puede pasar, y te pasa.
Jacobo: Así es. Así que conseguí el teléfono de unos de los mejores médicos reumatólogos y le pregunté si debía seguir el tratamiento, no tardó un segundo en responder “ni lo dudes”, pero yo no quería saber sus posibles efectos secundarios porque me iba a acordar de ellos cada vez que me inyectarán. Ese tratamiento me ha dado la vida, he pasado de vivir como un anciano a hacer el pino y me encanta, a la gente de la vergüenza hacer el pino, quizás porque muestras a tu niño interior cuando lo haces, a mí me encanta mostrarlo.
IMO: Trabajaste en Londres, Es ahí cuando te dio el primer brote…
Jacobo: Sí, de Londres me vine a trabajar a Madrid con una multinacional sueca. Cuando tenía 31 años alguien me dijo que iba a acabar en una silla de ruedas, entonces vi la fotografía de un Jacobo sentado en esa silla de ruedas. Mi niño interior, ese niño interior que espero que no muera nunca, me decía “tienes que cumplir el sueño de tu vida ya” y me dije “es la hora de cumplir tus sueños y ya veré si acabo en una silla de ruedas o no”.
Mi sueño, desde que estaba en el colegio, era viajar. Viajar por todo el mundo, conocer gente, conocer diferentes culturas. Decidí hacerlo, así que hice la mochila y me fui a cumplir mi sueño. Me pasé quince meses viajando. Los sueños están para ser cumplidos, las personas que no sueñan se oscurecen. Esta sociedad nos llena de miedos, no nos permiten soñar.
IMO: Entonces, el miedo, en vez de paralizarte, te hizo avanzar.
Jacobo: Para mí, el miedo es una palanca siempre. No es automático, hay unas reflexiones, el miedo no se gestiona en un minuto, pero a mí el miedo me ha enseñado a retarme, en vez de amedrentarme, me ha hecho enfrentarme a ello.
IMO: Y te ha hecho cumplir tu sueño. ¿Cómo fue ese viaje?
Jacobo: Sin itinerario, ni planes. Siguiendo al sol porque soy más de calor. El viaje iba a durar lo que durase el presupuesto. Me pasé unos años ahorrando y durante el viaje fui alargando, alargando… y volví cuando me quedaba un dólar, justo un par de semanas antes de navidad. No dije a mis padres que iba a regresar pero cuando llamé a la puerta de su casa, mi madre dijo a mi padre; “es Jacobo”. Supo que era yo.
IMO: ¿Qué es lo que más te marcó de ese viaje?
Jacobo: Me marcaron muchas cosas, es un viaje más interior que exterior. Viendo lo que se ve en los medios de comunicación, por lo que se escucha en las noticias, antes del viaje no creía en el ser humano y luego descubrí que el ser humano es maravilloso. En cualquier rincón del mundo, en el punto más remoto, hay personas dispuestas a ayudarte. Cuando viajas con una mochila quizás no necesitas ayuda, pero te viene muy bien que alguien te diga “vente a cenar o a comer a mi casa” o “te llevo en mi coche hasta la próxima estación” y eso ocurre a diario.
IMO: Estás con los brazos abiertos aceptando todas las cosas buenas que te llegan, ¿no?
Jacobo: Exactamente. Bueno, hubo dos episodios en las que hubo un poco de tensión, en Pakistán y en Filipinas, pero fueron personas concretas, hechos aislados. El balance es más que positivo.
Cuando estaba en Camboya, recibía mensajes de amigos que me decían que estaba en el lugar más peligroso del planeta según las Naciones Unidas, lo acababan de decir en las noticias, y yo no veía nada de eso. No vi nada de peligro.
IMO: Doctrina de Shock.
Jacobo: Es que al ser humano se le controla desde el miedo. La prensa tiene una responsabilidad brutal en todo el aborregamiento que está sufriendo la sociedad.
IMO: Lo que se ve en el día a día, lo que nos muestran, es que tenemos una sociedad que se está deshumanizando, pero sales de tu zona de confort, viajas, ¡que los viajes ilustran es una realidad dependiendo de cómo viajes!, tienes que salir del resort hipnótico y conocer otras realidades, y descubres al verdadero Ser Humano.
Jacobo: Así es, ¡y vuelves a creer en el Ser Humano!
IMO: Y después de ese viaje, volviste a tu nueva realidad.
Jacobo: Trabajé en varias empresas hasta que monté la mía propia de consultorio y formación.
IMO: Tienes una gran responsabilidad poniendo semillas en todas esas personas que te escuchan en tus conferencias, asisten a tus clases y leen tu libro.
Jacobo: Sí. Tengo tantas cosas que contar como cosas que escuchar, eso es lo bueno de lo que hago ahora.
IMO: Cuando das tus charlas, tus conferencias, ¿Ves que hay cambios?
Jacobo: Yo tengo dos formatos, o conferencias donde doy una hora y cuarto de charla y si sobra tiempo, hago una ronda de preguntas, o el formato seminario de cuatro meses en escuelas de negocios o universitario, aquí si veo los cambios. En el primero es muy difícil verlo, pero a veces me llegan mails sorprendentes. En ocasiones, durante alguna conferencia, ves que la gente se emociona, las mujeres sobretodo se permiten llorar, observas que las palabras llegan y eso me gusta, no porque lloren sino porque sienten, mis charlas siempre las doy desde el corazón y en ese contexto es normal que reflexionen y se planteen cambios, lo difícil es mantenerlos después de un mes de vuelta a la normalidad, a la rutina, la presión y el estrés.
IMO: Si tuvieses la oportunidad de volver al pasado y encontrarte con el pequeño Jacobo de 14 años, ¿Qué consejo te darías?
Jacobo: Vaya pregunta, me parece brutal y nunca me la han hecho…por mi recuerdo de los catorce años, y tengo el recuerdo de que era feliz, me diría “no tengas miedo y sé más tú”, “escucha más a menudo a tu corazón”, “piensa más con el corazón”, ¡toma las decisiones desde el corazón sin dejar de lado a la razón!.
IMO: Tuve la oportunidad de entrevistar a Chris Gardner, un empresario y filántropo estadounidense, es en quien se basó la película En busca de la felicidad que protagonizó Will Smith. Le pregunté desde dónde tomaba las decisiones y me respondió que desde las entrañas. Cuando sientas algo como un nudo en la boca del estómago, no lo hagas.
Jacobo: Yo digo lo mismo en mis conferencias, yo digo que es el diálogo con nuestro niño interior, puedes sentir las mariposas en el estómago como algo que te da vida, otras veces sientes como que algo no va bien y te revuelve las tripas… no tengamos miedo de escuchar a nuestro niño interior.
IMO: También se trata de hacer más caso a tu intuición.
Jacobo: Pues a mí me ha faltado algo de eso porque mi educación ha estado basada más en la razón, en lo mental. Vivimos en un mundo completamente racional.
La rigidez no te deja fluir, otras veces he dejado fluir demasiado y no he tomado decisiones. A mí me pasa que a veces soy muy rígido en algunos aspectos. Ahora mismo estoy metido en unos temas financieros que me presionan mucho. Y no te diré que mi tumor no ha sido causado por esas preocupaciones por la parte financiera.
IMO: Cuando no haces caso a esa voz interior, nuestra alma nos habla a través de susurros.
Jacobo: Hoy, cuando echo la vista atrás, veo que he cumplido con grandes cosas que no estaban en mi hoja de ruta, provocadas por mi situación, por mi enfermedad, pero sí he podido llegar a un cierto equilibro con respecto a cuando era niño, pero ha sido un proceso de treinta o cuarenta años que quizás, si me hubiese escuchado más a mí mismo, hubiera sido un camino mucho más fácil.
IMO: Pero era el camino que tenías que recorrer, sin duda. ¿Qué tal si en lugar de enfermedad decimos que son provocadas por tu “proceso evolutivo”? Y así deja de ser enfermedad.
Jacobo: Sí, eso es muy bueno, verlo así. Yo no nunca lo he visto como una enfermedad, pero tampoco se me había ocurrido llamarlo “proceso evolutivo” que es mucho más bonito.
IMO: Recomiéndanos un libro que te haya marcado la vida.
Jacobo: El alquimista de Paulo Coelho, no es el mejor libro que he leído pero es el que más me ha inspirado, lo tienes todo aquí, lo puedes ir a buscar al con fin del mundo pero lo tienes aquí. Y un poema, Instantes, está atribuido a José Luis Borges pero no es de él, me llegó cuando estaba en medio del dolor, pensando en dar la vuelta al mundo, fue factor importante en mi decisión.
IMO: Y una película…
Jacobo: Vete y vive, es una película poco conocida, una coproducción italiana, belga, francesa, israelita. La he visto diez veces. Cuenta la historia de un niño cristiano sudanés, que es adoptado por una familia judía en Tel Aviv. La madre le convence para que se haga pasar por judío para poder salir del campo de refugiados.
IMO: La veré. ¿Cuál es el siguiente reto?
Jacobo: Es Ser campeón de España de aguas abiertas en mi categoría de 50 a 55 años. Para eso he de hacer nueve pruebas en diferentes puntos de España, pantanos, ríos y mar, sobre todo mar, y ganar cuantas más pruebas y puntos mejor. Al final de la temporada nos dirán quién es el que ha conseguido más puntos y por lo tanto el ganador. Esto lo estoy haciendo para obtener recursos para la investigación de la leucemia infantil a través de Uno entre cien mil.
IMO: Se nos ha ido el tiempo volando y no te he preguntado ¿Qué has aprendido del dolor? Si nuestros lectores quieren saber la respuesta será mejor que lean tu libro, ¿dónde lo pueden encontrar?
Jacobo: Lo que aprendí del dolor, editado por Plataforma Editorial, está a la venta en las mejores librerías. En serio, lo puedes comprar online o en cualquier librería de España.
IMO: Muchas gracias por tu tiempo, por tu vida. Gracias por repartir semillas de oportunidades en la mente de todos los que te escuchan.
Jacobo: Gracias ti, ha sido un placer.
IMO: Un placer para ambos. Gracias por todo lo que haces.
Y nos despedimos de un gran abrazo, como es lo normal tras una conversación tan entrañable.