Conversando con… Kai, autor de Lemuria.

Entrevista realizada por Desam. Ferrández y Jose Escudero Ramos. Madrid, 11 de abril de 2019

Kai es autor del libro publicado en 2017 por IshtarLunaSol, Lemuria, del que lleva cinco ediciones vendidas. Junto a su pareja, Ornai, han canalizado el Sistema Códigos de luz conocido como Crystal Arco Iris. Realizan talleres y seminarios por toda Sudamérica, España y en lugares sagrados del planeta.

Kai nos atiende con su sencillez y una gran sonrisa durante toda la entrevista.

Gracias por tu tiempo.

Gracias a vosotros por la entrevista.

¿Cómo te diste cuenta que estabas percibiendo algo raro, algo que no es de este plano?

Yo creo que todos los que terminamos siguiendo este camino, nos sentimos un poco diferentes desde que somos pequeños, siempre existe como una búsqueda y esa búsqueda existió desde que me acuerdo. Desde que era niño ya estaba viendo las estrellas, preguntándome cosas del universo, preguntando quién era Dios, dónde estaba Dios. Siempre tuve como ese llamado, y eso me hizo sentir diferente toda mi vida , como que no encajaba en el colegio, tampoco con los niños del colegio, casi no tenía amigos porque no veía las cosas igual. Toda mi vida me sentí, raro, diferente.

¿Cuántos años tenías cuando te diste cuenta…?

Fue a raíz del 2003 con 25 años que un día viendo la televisión, un canal que se llama Infinito, un canal de televisión por cable que hay en América en el que ponen muchos programas y documentales de OVNIS, de espiritualidad y de energías, vi un documental de niños índigo. Por primera vez sentí que sí me entendían, por primera vez sentí que encajaba en un sitio.

Entonces descubriste que no eras el único “raro”.

Eso me llevó a buscar, inmediatamente después del documental, más información sobre los niños índigo en Internet y fui a dar con un par de foros, en aquella época de MSN, me inscribí y empecé a leer lo que las personas publicaban. Había cosas que las entendía, otras que no y ahí conocí a la que consideraría mi maestra, una amiga que se llama Obi, ella formó como un grupito que nos comunicábamos por Chat.

¿También Obi es de México?

Ella es de Costa Rica, pero vive en Estados Unidos. Por Chat nos reuníamos y ella nos guiaba con meditaciones y así es como comencé a practicar la meditación guiada, es un tipo de meditación como para tratar de abrir algo. Ya en el 2004 tuvo mucho que ver el conocer a Ornai, mi pareja, entre los dos canalizamos todo, los sistemas y los códigos de luz. Todo lo que aprendía con Obi lo practicaba con Ornai.

Formáis la pareja perfecta, juntos formáis luz láser.

Así es. Comenzamos a encajar muy bien, juntos empezamos a visualizar y a recibir información, estuvimos todo el 2004 conectando todos los días y meditando.

¿Recuerdas la primera conexión?

La primera vez que recuerdo muy clara la conexión fue en enero del 2004 que me vi así como en un lugar, Obi nos había enseñado que para conectar más rápido y visualizar mejor tenías que imaginarte un sitio y yo empecé imaginándome en un lago…

¿Siempre era el mismo lago?, ¿ es como tu rincón de paz?

Sí, yo me visualizaba en un lago con una montaña, pero al principio era solo para conectar con el amor y también solíamos meditar juntos Ornai y yo, para conectar el uno con el otro.

¿En este plano?

Sí, en este plano, porque vivíamos en ciudades separadas y usábamos esos ejercicios para sentirnos cerca. Entonces un día en una de esas conexiones comencé a ver delfines que llegaban al lago, y al principio mi mente quiso cuestionarlo porque por lógica los delfines no van de acuerdo con un lago, me preguntaba ¿por qué me estoy imaginando esto? Pero también me permití el sentir y entonces para mí fue muy claro que algo estaba ocurriendo, porque comencé a sentirlo como en mi ser, sentí que ellos me hablaban, que me transmitían información, como un mensaje para ayudarme a estar mejor, porque venía saliendo de toda una adolescencia de depresión, pues realmente pase una época bien difícil en la adolescencia.

¿Por incomprensión?, ¿no estabas a gusto con lo que había a tu alrededor?

Así es.

Yo creo que muchos hemos sentido también eso.

Sí, yo creo que ese es también uno de los síntomas del despertar, entras en depresión porque tu alma te quiere mostrar de alguna manera que hay algo más y ese deseo de estar bien te va a llevar a buscar. Y ellos, los delfines, se empezaron a presentar y a hablarme de cosas que yo no sabía.

¿En qué idioma?

En español. Yo los entendía perfectamente bien, pero sabía que lo que me decían, yo no lo entendía con la mente porque lo sentía en el corazón, sentía mucho amor mientras ellos estaban ahí y lo que me decían, para mí era como imágenes, como formas, era como un…

¿Cómo esas visualizaciones que en pocos segundos puedes ver una película entera?

Sí, era algo así, después me dijeron que a eso ellos lo llaman comunicación holográfica, que es una manera de comunicarnos que va más allá de la telepatía, que es de corazón a corazón.

¿Pertenecen a la quinta dimensión?

Sí, es una comunicación de quinta dimensión. Un día llegaron y comenzaron a hacernos como unos ejercicios de energía y espirales…

¿Te decían que hicieras esos ejercicios?

Ellos transmitían energía y la energía pasaba a través de mí y la iba sintiendo en espiral.

¿De arriba a bajo?

Sí, de arriba a abajo o esferas alrededor, un día me dijeron que teníamos que activar nuestra merkaba y yo les preguntaba, ¿qué es eso? Y me decían, es tu cuerpo de luz. Aunque yo no entendía de lo que hablaban, porque nosotros, ni Ornai ni yo hemos tomado cursos, ni talleres de ningún tipo y prácticamente no hemos leído libros, entonces en esa época estábamos más en blanco que nunca y me dicen esto del merkaba, cuerpo de luz y yo que no lo entiendo, me meto en Internet a buscar y me entero que existía Drunvalo Melchizedek con toda la técnica de la merkaba, pero para mí en esa época era muy inaccesible, porque la ciudad donde yo vivía era muy pequeña y no tenía ni siquiera una librería, no había gente que fuera a hacer cursos, para mí en ese momento Drunvalo era inalcanzable. En las siguientes ocasiones le preguntaba a los delfines qué hago, no puedo acceder a quien hace esa activación que ustedes me piden, cómo puedo entonces hacerlo y ellos comenzaron a enseñarme a hacerlo, y así fue como todo comenzó.

Wow, vaya maestros.

Sí, fue maravillosa esa época porque era todo muy inocente, porque en realidad nosotros no teníamos referencias.

Ni la contaminación de otros conocimientos.

Así es.

Que también eso puede perjudicar.

Sí, pues eso puede generar que uno crea que está recibiendo información cuando en realidad estás recordando algo que ya leíste.

¿Cómo haces para contactar con los delfines?, ¿haces una meditación previa, te conectas, les llamas, o vienen cuando quieren?

Sí, pasan las dos cosas, a veces llegan…

Estas tomando un café y llega de repente.

A veces sí, pero casi siempre es necesario que me tome el tiempo para enraizarme y abrir mi canal.

¿ Y visualizar el lago?.

No, el lago ya no hace falta, ya me voy a cualquier sitio.

¿Con quién contactaste para verificar que lo que te decían sobre los discos solares y Lemuria era cierto?

Solo si me piden que investigue busco información en Internet, por ejemplo, últimamente me tienen investigando sobre religiones. Realmente para mí la confirmación es la certeza absoluta que uno siente cuando la información pasa a través del corazón, realmente no queda lugar a dudas, porque tu ser entero responde con eso y esa información de los discos solares y Lemuria me ha llegado a través de la conexión con Metratrón y con la madre tierra, son como que se han entregado a mí sus registros.

La madre tierra tendría algún mensaje… bueno eso lo cuentas en tus talleres y en tu libro pero habría algún mensaje que puedas trasmitirnos para la revista, que puedas decir algo que podamos hacer especial, ¿lo estamos haciendo bien?

Vamos en el proceso realmente, la madre tierra lo que necesita es que los seres humanos comencemos verdaderamente a recordar que formamos parte de ella, que somos células de su cuerpo, porque solamente así vamos a comenzar a cuidar de ella, como realmente deberíamos de estar cuidando.

Y de nosotros.

Y de nosotros mismos.

Claro, es que vemos a la naturaleza como si fuera algo externo, y somos naturaleza.

Así es, somos nosotros mismos, entonces ella nos ve a nosotros como células, células vivas de su cuerpo y entonces como células que somos estamos recibiendo de ella todo lo que necesitamos pero nosotros nos hemos desconectado.

¿Cuánto tardaste en acabar la sanación de Lemuria?

Continúo trabajando en ello, realmente eso es un proceso y todavía sigo.

¿Tienes la misma intensidad de conexión con Lemuria que con la Atlántida?

Sí, porque en realidad Lemuria y la Atlántida surgen en el mismo momento, formaron parte de la misma historia y en la misma línea de tiempo y con las dos tuve conexión. Lemuria y Atlántida son paralelas, solo que Lemuria se hunde y Atlántida continua.

¿Hiciste algún viaja astral consciente a Lemuria o solo conectas con su memoria cósmica?

No, viajes astrales no hago, porque la conexión que hago es con el cuerpo de luz y la conexión con Lemuria se hace a través de la apertura de las líneas del tiempo, entonces es más a través de la conciencia.

Entonces ¿es como un viaje en el tiempo?

Se podría decir que sí, pero lo vive uno conscientemente.

¿Estas preparando otro libro?

Sí, ya estamos comenzando con el segundo libro.

Estamos deseando leerlo. ¿Fuiste uno de los jóvenes que viajaron de Lemuria a la Atlántida?

Sí.

¿Qué fue de los jóvenes de la Atlántida luego?

Pues eventualmente vivieron la caída de conciencia, como atlantes vivieron esa experiencia.

¿Y se reencarnan ahora en el planeta tierra?

Si claro, todos están reencarnándose.

¿Has tenido contacto con Mu?

Si, pero muy poco en realidad, son unos registros planetarios que todavía no es el momento de que se abran.

¿Qué maestro fue el primero que contacto contigo?

El maestro Jesús, después de los delfines los siguientes seres que aparecieron fueron Jesús y Maria Magdalena.

¿Vas acompañado de algún cuarzo?, ¿llevas alguna piedra?

Sí, suelo trabajar con cristales, pero la verdad es que tenemos muchos.

¿Depende del día llevas uno u otro?

Sí, conmigo llevo depende el que sienta en el día y para meditar siempre tengo una barita de cuarzo ahumado, por ahora es el que siempre está.

¿Es cómo una antena?, ¿o seguridad para ti?

No, en realidad lo uso como un registrador por la energía que canaliza, es como que ahí voy captando información y después vuelvo a acceder a ella a través del cristal.

¿Qué cuarzo llevabas en la expedición a Antártida hace 4 o 5 años, era un Lemuriano?

Era un ahumado, una punta grande ahumada, un cuarzo común.

¿Qué supone en tu vida cotidiana contactar?, ¿te encuentras con personas afines a ti o te encuentras con personas que te hacen el camino difícil?, ¿hay una lucha entre luz y sombra?

El punto en el que estoy ahora es un momento de mucha autoobservación, entonces me estoy dando cuenta de que todo lo que veo ahí afuera, es un reflejo de lo que hay acá adentro, entonces miro hacia adentro cuando algo de lo que hay ahí afuera no me hace sentir bien, así es como aprendo y así voy superando mis propios desafíos, pero en realidad este proceso cuando uno ya abre el corazón es como que empieza a llegar a ti quien te ayuda a expandirte y a crecer. Siempre va a ser de las dos maneras, va a haber quienes te van a desafiar para que saques a flote esas capacidades que están ocultas y habrá quien te va a impulsar, que te va a ayudar a recordar cosas positivas que no habías visto de tu propio ser. Es de todo un poco.

¿Agradeces?

Siempre, todos los días, la gratitud desde el principio ha sido como esencial para encontrar el equilibrio y para mí es un estado de conciencia, es importante contactar con la gratitud.

Imagínate que regresas al pasado y te encuentras con el pequeño Kai de 15 o 16 años, que esta pasando ese momento complicado, ¿qué consejo te darías?

Que no se tome las cosas tan en serio, porque en realidad nada es tan grave como parece porque creo que en muchos momentos en los que más oscuridad en mi vida vi, fue por estar viendo las situaciones de mi vida con una lupa que hacía que se vieran inmensas, cuando en realidad la solución siempre está a la vuelta de la esquina. Hay que conectarse un poco con el corazón y tener paciencia y fe de que todo va a salir bien.

Confianza, ¿no?

Confianza

No has leído mucho o ¿en los últimos años has leído más?

En realidad son muy pocos los libros que he llegado a leer.

Hay alguno que me puedas recomendar, que te haya marcado.

En realidad los libros que más he leído y profundicé mucho fueron los de Harry Potter. Esa es mi serie favorita, pero si hay una novela que también es muy buena y tanto a Ornai como a mi nos resonó mucho que se llama La Esperada, es una novela escrita por una autora que se llama Kathleen McGowan. Ese libro es muy bueno, pero especialmente el libro que fue así como clave en nuestro despertar en aquella época del 2004 fue un librito que alguien nos regalo, nos lo enviaron por mail, que se llama, Misión Planeta Azul, era una historia bien bonita de un extraterrestre que bajaba a la tierra y que tenía como propósito encontrar un amigo y despertarlo, ese libro me marcó profundamente.

Que bueno, lo buscaré. Ahora una película que te haya marcado la vida.

Soy fan de La guerra de las galaxias, me ayudaron mucho, las lecciones que daba Luke Skywalker fueron esenciales para mí. Es mi saga favorita y la que más me ha marcado en la vida, pero hay otras que también me gustan mucho, por ejemplo Interestelar, porque explica bastante bien la multidimensionalidad y me resuena mucho.

¿Qué te queda por averiguar?, ¿qué te queda por conocer de otros planos de otras dimensiones?

Pues yo creo que mucho porque es muy, muy vasto nuestro universo y hay infinitos potenciales y creo que lo que hemos llegado a descubrir es…

¿La punta del iceberg?

Sí, creo que nunca terminamos de aprender, nunca terminamos de crecer, el ser siempre sigue en expansión.

Ahora estás trabajando en la quinta dimensión, cuando meditas ¿llegas a otros planos superiores?

Pues yo creo que la quinta dimensión es la que es más accesible para todos y como el propósito en este preciso momento es que comencemos a integrar esa conciencia, pues es la que más hay que estar buscando.

Y difundir ahora, ¿no?

Sí, es la que hay que encarnar.

Las generaciones que vienen ya no son solo índigo, ¿no?

No, ya hay cristal, arco iris…

Están siendo boicoteadas por tantas distracciones y los jóvenes, entre el Reggaeton y los Instagram están viviendo vidas ficticias, ¿tienen que pasar por esos charcos para crecer?

Yo creo que cuando somos jóvenes más experimentamos el desafío de encontrarnos a nosotros mismos y los jóvenes siempre están más predispuestos a dejarse llevar por las estructuras y los posicionamientos de la sociedad.

Porque quieren adaptarse.

Por eso empiezan a seguir modas y a hacer lo que los demás están haciendo, yo el consejo que les daría sería que no busques ser alguien más, o sea, no busques quedar bien ni con tus amigos, ni parecerte a los artistas, ni parecerte a nadie, sino se tú mismo, atrévete a encontrarte a ti mismo, atrévete a ver que es lo que a ti te gusta, que es lo que a ti realmente te hace sentir bien, porque a esa edad solemos hacer cosas que ni siquiera queremos por quedar bien con los demás y los que se atreven a ser diferentes son los que cambian el mundo.

Nos quedamos con la frase “los que se atreven a ser diferentes son los que cambian el mundo”.

Ser ellos mismos, ser diferentes del resto.

Muy buena reflexión final, muchísimas gracias

Y nos despedimos, como es habitual con cada entrevistado, con un abrazo de esos que se sienten de corazón a corazón.

Gracias, Kai