Conversando con… Mónica Rodríguez Fernández

Me ha gustado mucho tu obra El Pequeño Libro de la Literatura Universal que Amat Editorial ha publicado recientemente. Me parece increíble condensar de esta forma la literatura universal. Es un libro que te hace querer leer más, conocer lo más posible. Para aquellos a los que nos encanta leer, leer no tiene final, un libro te lleva a otro. Ya tengo apuntados varios de la Literatura Universal que me has invitado a curiosear.

¿Es buen momento para volver a leer a los clásicos?

Siempre es un buen momento para leer a los clásicos. Forman parte de nuestro legado cultural e histórico, la mayoría de temas universales tienen su origen en la antigüedad y siguen vigentes en la actualidad. Los escritores del siglo XXI, no dejamos de rememorar temas, estructuras y formas que otros ya hicieron suyos hace siglos.

Para quien no te conozca, ¿quién es Mónica Rodríguez Fernández?

Soy una ávida lectora que disfruta de la música, de los viajes y de la compañía de los suyos.

¿Cuándo empezaste a escribir?

No sabría decir una fecha exacta, me veo escribiendo desde bien pequeña. Recuerdo con siete u ocho años llevar siempre encima una libreta y un bolígrafo. En 4º de EGB quedé finalista en un premio literario del colegio, y publicaron mi escrito en el diario El Comercio de Gijón, mi ciudad natal, aún tengo el recorte en casa. Siempre me presentaba con ilusión a todos los certámenes literarios del instituto, con relatos cortos que iba escribiendo. En la Universidad, fue cuando descubrí la poesía, leía todo lo que llegaba a mis manos y publiqué algún poema en revistas universitarias. Por aquella época, cantaba en un grupo de música pop-rock y también disfrutaba escribiendo las letras de las canciones. Después, la vida te lleva por otros derroteros, estudiar oposiciones, buscar trabajo, ser madre… y dejé la escritura un poco apartada.

¿Es este tu primer libro publicado?

Sí, es mi primer libro publicado. Escritos no me faltan, más bien, es tiempo lo que necesito para reordenar todo.

¿Cuándo empezaste a leer?

Muy pequeñita. Recuerdo perfectamente que cuando tenía ocho años, después de leer un texto en la boda de un familiar, una niña más mayor, de unos doce años, se acercó para felicitarme y decirme lo sorprendida que estaba por lo bien que leía, y entonces varios adultos lo corroboraron. Me sentí muy orgullosa, pero era el resultado de leer mucho, por gusto, desde bien pequeña.

¿Algún tema, movimiento o tipo de literatura favorito?

Amo los clásicos. Hace años te hubiera dicho que me encanta el Romanticismo como tendencia literaria, pero como bien explico en mi libro, no se debe confundir con el concepto de “romántico” en cuanto a “sentimental”, sino con obras que exaltaban el pasado histórico, la originalidad, la libertad creativa, la rebeldía y todo tipo de sentimientos, incluidos el miedo o la furia. Pero en los últimos años, estoy redescubriendo novelas del Realismo de finales del siglo XIX. Es cierto, que el papel de la mujer era el propio de aquella época, pero no quita que aquellas obras sean verdaderos documentos a nivel social, cultural, histórico y lingüístico, dignas de leer.

¿Tienes algún autor/a favorito?

No tengo un autor favorito, más bien he tenido épocas en mi vida en las que me he centrado en un género concreto o he tenido fijación por algún escritor. Los gustos van evolucionando. Desde una época juvenil con gusto por las novelas de Isabel Allende o la poesía de Pablo Neruda, una etapa universitaria con descubrimientos como Charles Bukowski, Jean Genet, Jack Kerouac o escritores españoles como Luis García Montero o Almudena Grandes. En la actualidad, leo de todo, aunque tengo debilidad por la novela histórica y la poesía de principios del XX.

Eres docente ¿Edad de tus alumnos?

Hace 17 años que soy docente de Lengua y Literatura Española. Tengo la suerte que desde el principio he podido impartir la asignatura de Literatura Castellana de 2º de Bachillerato y desde hace unos años la Literatura Universal de 1º de Bachillerato. La mayoría de mis alumnos tienen entre 15 y 18 años.

¿Maestra por vocación?

Sí. Aunque en algún momento antes de ir a la Universidad tuve la duda de si estudiar Periodismo o Filología, una conversación con mi profesor de Literatura del Instituto me hizo matricularme finalmente en Filología. Curso los dos primeros años de Filología Inglesa (que así se llamaba por aquel entonces) y después hice la convalidación a “hispánicas”, ya que descubrí que era lo que de verdad quería estudiar.

¿La forma de adquirir conocimiento está cambiando?

Desde luego. Primero surgió internet, luego las redes sociales y ahora la inteligencia artificial. Los profesores debemos adaptarnos a los tiempos. Ya no se valora tanto el hecho de memorizar sino el de interpretar correctamente toda esa información que nos llega.

¿Qué es más difícil tratar con los alumnos o con los padres/madres?

Además de ser profesora, soy jefa de estudios en un instituto muy grande. Te puedo asegurar que es más complicado tratar con las familias. En muchos casos no nos dan apoyo y justifican todos los comportamientos de sus hijos como si la culpa de todos los problemas fuera solo nuestra, de los profesores. Es una pena.

Dime una razón para que los jóvenes deseen conocer la historia de la literatura universal.

La Literatura, al igual que la Historia, forma parte de la evolución del ser humano, que, con sus pensamientos, sus preocupaciones y sus historias personales, han entretenido y enseñado a generaciones de personas a lo largo de la humanidad.

¿Y para los que ya no están en edad de ir al instituto?

Daría la misma razón, somos lo que somos, gracias a lo que fuimos, y por eso debemos valorar nuestro pasado cultural y literario, no solo el histórico.

¿Cómo puede influir la inteligencia artificial en la literatura?

En mi opinión, en donde más se puede notar la influencia de la IA es en el proceso creativo, a la hora de escribir, ya que antes se partía siempre de un “folio en blanco” y ahora se puede contar con el apoyo de la IA (con todo lo negativo que también conlleva).

Dinos un libro que te haya marcado, que digamos haya tenido una influencia en tu vida.

En un momento muy importante de mi vida, descubrí a Dulce María Loynaz con su Poemas sin nombre. Me hizo descubrir la poesía como género y es una obra que recordaré toda la vida por haberla leído en aquel momento vital tan concreto.

¿Y una película?

Hay tres películas muy diferentes entre sí y relacionadas con el mundo literario, que me marcaron en su momento: Drácula, de Francis Ford Coppola; Aunque tú no lo sepas, de Juan Vicente Córdoba, basada en un célebre poema de Luis García Montero. Y, por último, la adaptación de Orgullo y Prejuicio de Joe Wright.

Si tuvieses la posibilidad de ir al pasado y encontrarte con la pequeña Mónica de 15 años, ¿Qué consejo te darías?

Le diría que siga así, como ella es. Que el que hago quiere, algo le cuesta. Que el trabajo y persistencia del presente, tendrá sus frutos en el futuro.

Si tuvieses que entrevistar a Mónica Rodríguez Fernández ¿Qué preguntas te gustaría hacerte?

Al escribir este libro, ¿has descubierto algún autor/a que desconocías o te ha llamado la atención y por qué?

Y la respuesta es…

Desconocía la figura de Gertrudis Gómez de Avellaneda, otra más de las voces femeninas silenciadas y que he querido recordar en este libro. Está considerada una de las precursoras de la novela hispanoamericana y un referente del Romanticismo literario.

¿Tienes algún canal de difusión en redes sociales?

Tengo dos cuentas de Instagram, una de ellas, @monrf es más personal y en ella, reflejo mi vida y mis viajes. En la otra, @literatura__universal__ sí hago una difusión más relacionada con temática literaria.

Muchas gracias por dedicarnos tu tiempo. Me ha encantado entrevistarte, aunque sea a distancia. Nos une el amor por las letras, los clásicos y la poesía.

Gracias de todo corazón.