Nina y Mito, fundadores del Kiosco Solidario de Asunción

Conversando con… Nina y Mito, fundadores del Kiosco Solidario de Asunción

Entrevista realizada por Desam. Ferrández el 5-5-2019 a María Benigna Montero Bordón, más conocida como Nina y Guillermo Stewart, conocido como Mito. Un matrimonio que ha ocupado su tiempo en crear y mantener un Kiosko solidario al que viene gente necesitada a “por algo de comer”. Nina y Mito no solo alimentan cuerpos, nutren de energía el alma de aquellos que pasan por allí…

¿Cómo empezó este proyecto tan bonito del kiosko solidario?

Comenzó hace más de tres años. Antes de crear el Kiosko ya dábamos comida a la gente, por acá, por el barrio hay muchos hospitales, la gente venía a casa nos tocaban el timbre y nos decían “tengo hambre”. Nosotros decíamos a la empleada que trabajaba en casa “nunca hay que dejarles sin comida, si no hay nada hecho, hay que hacer aunque sea un huevo frito, pero tienen que llevarse comida”. Cada vez era más cantidad de gente la que venía. Un domingo empezamos a soñar juntos, comentamos la idea a nuestros hijos y ellos nos apoyaron.

¿Así, sin más?

Nos dijeron “¡ustedes están locos! meterse en este problema a esta altura del partido”. Tenemos hijos de más de 50 años y ellos pensaban que era una locura que se nos antojó, porque a esta edad comenzar a dar de comer a los pobres…

Cierto es que nunca es tarde cuando la dicha es buena

Realmente nuestros comensales son gente enferma porque tenemos 3 hospitales de pobres acá cerquita, el neuro-psiquiátrico donde están los que tienen problemas mentales, después está el de al lado que es Juan Max Boettner para los tuberculosos y el centro de desintoxicación de drogadictos, o sea que toditos están uno al lado del otro.

¿En esos hospitales no les dan de comer?

Les dan relativamente, los que están internados por su problema sí comen, pero hay muchos que siguen un tratamiento ambulatorio, le dan el medicamento o le hacen la desintoxicación pertinente y después les largan y “vuelvan después de tanto” y como son gente del interior no tienen forma de irse, no tienen para el pasaje (billete) y empiezan a deambular por las calles. Hay también gente que se trae a sus familiares al hospital y después se quedan sin plata, ya sean parientes, hijos, padres… también tienen que comer. Hay indígenas que vienen los jueves y ahora en este momento hay mucha gente porque con la creciente del río se mudaron acá cerca, están en un parque, un albergue y también vienen a almorzar acá, o sea que tenemos de todo tipo de personas.

¿Cómo fue qué pusisteis el kiosko en una plaza pública?

La realidad es que nos dijeron que nadie nos iba a permitir poner en una plaza pública una cosa así, pero pensamos “bueno, vamos a hacer el intento porque al fin y al cabo nosotros no lo vamos a hacer para ganar plata”, por supuesto todo es gratuito, nada se cobra.

Y ahí fue que empezamos a madurar la idea, el intendente no vive lejos de acá. Vamos a hacer una linda carta mostrando nuestra intención y que nos diga lo que podemos hacer y si nos da permiso para utilizar la plaza. Y así fue, al día siguiente nos llamó. A partir de ahí vino gente de la municipalidad, de áreas verdes, social y estudiaron todo el proyecto hasta que se formalizó, nos daban permiso, así que nosotros compramos una casilla vieja que se refraccionó y la municipalidad se encargó de traer la casilla, de instalarla. Se fue haciendo de a poco, los juegos que están ahí son otra donación particular y la municipalidad los instaló y pintó. También nos bajó la luz y ahora ya, por fin, tenemos agua porque no había agua en la plaza.

¿Los hornos y la cocina cómo han llegado?

Cuando cumplimos 50 años de casados dijimos que el regalo fuera parte de nuestro proyecto, de nuestro sueño. Hicimos una fiesta grande, invitamos a todos nuestros amigos y dijimos que no queríamos regalos para nosotros, nuestro mejor regalo era hacer este kiosco para la gente y pedimos o nos traen como regalo alimentos no perecederos o elementos para cocinar, heladera, horno, etc.,etc. y vinieron pero a montones, ahí tenemos un visicooler, una heladera, un microondas, dos hornos eléctricos, dos cocinas…

¿Cómo ha respondido el barrio?, ¿qué les ha parecido a vuestros vecinos?

Se cumple un poco lo que decía Jesús… nadie es profeta en su tierra. Tenemos gente que realmente nos cuestiona, por decir así el comentario negativo, que en algo tienen razón pero no esta en nuestras manos solucionar, dicen que nosotros estamos trayendo gente alcohólica con sus problemas, que es cierto, pero siempre anduvieron por acá, el drogadicto, el enfermo de sida también, son todos del interior. La mayoría son abandonados o echados de sus casa por sus problemas… por ahí un poco viene la protesta.

Pero vienen también porque están los hospitales acá

Por eso vienen, pero normalmente no se juntaban todos, se esparcían, pero ahora son 60 o 70 por día que vienen, entre ellos unos 30 o 40 serán de ese tipo, por eso nos cuestionan, pero la municipalidad nos apoya, ellos vienen a limpiar periódicamente y se llevan toda la basura.

También hay muchos vecinos que nos apoyan, especialmente desde la avenida Venezuela hacia kubitschek, muchos amigos, extraños y anónimos, nos traen regalos. Realmente yo creo que nuestro éxito es que no aceptamos dinero, entonces eso hace que la gente confíe más. Hacemos excepciones también en eso, le cuento un caso…

Cuéntame

Cuando nos robaron el kiosco, rompieron, entraron y sacaron la cocina y unas cuantas cosas más, la heladera enorme por supuesto no salía por el boquete… Nos han robado tres veces.

¿Tres veces?

Tres veces, en tres años, uno por año. Lo más notable es como nosotros decimos que no recibimos dinero, hay muchos paraguayos que viven en España, un día nos llama un señor de Barcelona diciendo que vio la noticia por televisión y que nos quiere ayudar, “pero ustedes no reciben dinero y yo no tengo otra forma, así que yo les voy a remitir plata”, según nos dijo es un obrero de la construcción y respondimos que «no podíamos decirte que no». Al día siguiente nos remitió cien dólares, compramos cosas, sacamos fotos de ello y se la mandamos. Nos hizo gracia porque lo único que él quería era hablar guaraní y como Mito lo habla muy bien, todo lo hablaron en guaraní, la conversación simpatiquísima, extrañaba el idioma allá en Barcelona.

¿Ahora ya estáis los dos jubilados?

La realidad es que nosotros no tenemos jubilación porque fuimos comerciantes independientes, nunca tuvimos sueldo.

Mito ¿tú en qué has trabajado?

Yo estuve mucho tiempo en ganadería, hijo de ganadero y eso, hoy en día ya no.

¿Y tú, Nina?

Yo trabajo la parte inmobiliaria y hasta ahora sigo.

¿Sigues?

Sííí, tengo una administración de inmobiliaria, alquileres, venta… Mito se encargaba más de la zona rural, por eso sabe guaraní y yo de la ciudad.

Me cuentan que cuando se casaron es cuando Nina pisó por primera vez el campo.

¿Luego qué habéis compartido juntos?, ¿en qué habéis trabajado juntos?

Trabajo, trabajo en la parte inmobiliaria. Lo que hacíamos juntos era trabajo apostólico, estábamos en un movimiento de familias cristianas y nos formamos bastante ahí, llegamos a ser presidentes del movimiento y después fuimos diocesanos internacionales, formamos a parejas guías, inclusive dábamos charlas de comunicación padres e hijos. Todo eso nos ayudó mucho para nuestra familia y también para los demás, teníamos un gran profesor canadiense al que queremos mucho, el padre Raimundo Roy, nos guiaba, entre otros, y nos inculcó esa parte.

¿Todas estas personitas qué vienen a comer os pueden ayudar de otra manera, les das un plato de comida y ellos te ayudan en algo?, ¿o no hay ese intercambio?

Muy poco, pero hay estas mujeres que pudiste ver, hay tres, cuatro, que limpian la parte del kiosco y ayudan en la comida. Un señor, que viene a buscar comida para sus siete hijos, nos explicó bien la situación, trajo a los chicos, les conocimos, él, por ejemplo, llega y rastrilla, limpia… ahora, nos damos cuenta de que son agradecidos pero yo creo que no tienen esa cultura de la limpieza, por ejemplo, ellos comen y tiran todo al suelo, si yo me acerco y les digo alzar la basura, allí hay un basurero, sí alzan sin problema pero de primaras todo va al suelo.

¿Cómo se puede colaborar con vosotros?

Hay cosas que siempre necesitamos, por ejemplo, para nosotros la salsa de tomate es necesario, porque ponemos en todas las comidas, también leche, ahora hay personas que tienen niños especiales, ya sean Down, ese tipo de niños que están en sillas de ruedas y a esos los tenemos bien catalogados y les damos la leche en polvo, una por semana por lo menos para que esos niños tomen, ya que muchas veces tienen problemas para comer. Que ese niño pueda tener esa leche para nosotros es fundamental, en la parte de carne pedimos que traigan panchos o carne molida, porque si falta comida siempre tenemos guardado panchos y por lo menos le hacemos un sándwich y van con el estomago lleno.

En estos momentos estas son las tres cosas que más usamos, que muchas veces tenemos nosotros que comprar, pero lo demás lo recibimos constantemente, de repente falta azúcar… hierba… que es lo que menos mandan, harina, arroz, fideos eso es lo que más nos mandan, pero es notable siempre se complementa con otra cosa y nunca falta comida.

¿Qué día de la semana es el qué menos comida hay?, ¿es mejor qué vengan a traeros a finales o a primeros de semana?

De momento tenemos una señora que se hizo cargo y ella nos trae los insumos para el viernes, todos los viernes se cocina acá con lo que trae, entre miércoles y jueves es lo que menos se recibe, porque los lunes se recibe mucho asado. El paraguayo los domingos come asado, entonces el lunes aparece carne que usamos, mezquindamos, dividimos y tacañeamos, congelamos cuando viene mucho para sacar el final de semana.

Hay una necesidad muy grande que no es comida que nos prometió el intendente y hasta hoy seguimos teniendo esperanza y es que no tenemos baño.

¿Cuántos empleados tenéis?

Una sola, Liliana, y la empleada nuestra particular, María, que va y viene que es para mí la mano derecha porque ella me ayuda, inclusive ahora que estuve internada…

¿No has hecho falta estando internada?

No, yo siempre digo como anda el kiosco a lo que Dios es grande, digo pero tan grande, que anda mejor que cuando yo estoy, porque así es, es una chica muy comprometida, a veces la tenemos que parar y decir vení un poco a limpiar a casa.

He visto una muchacha que esta en el kiosco de voluntaria

Si, Eli, ella es una de las chicas donde esta en la parte de ese refugio, ella ayuda bastante las veces que viene, no es todos los días y hay otras dos señoras también, pero no es obligatorio, o sea viene una vez, a veces no viene ninguna.

Tenemos la verdad suerte en la colaboración, como nos robaron casi con un promedio de una vez al año nos rompen y sacan cosas, ahora nos vino una empresa famosa de seguridad Protec se llama, vino y nos puso todo alarma. Ahora la chica, al irse, tiene que poner su código, candadear y está la filmación y toda esas cosas y la alarma que hace un bochinche que cualquiera que intenta… ahora dormimos tranquilos…

¿Qué horario tenéis?

La chica contratada, Liliana, trae a sus hijos al colegio de enfrente antes de las 7 y luego abre el kiosco.

¿Ella sola?

Ella sola, Maria le suele ayudar, ella sola abre, prepara el cocido (bebida típica paraguaya) con leche y ya se entrega el desayuno. A las 9 de la mañana pasan los recicladores que son esa gente que recicla en la calle y van con su carrito caminando y recogen cartones, plásticos…esos normalmente se les da la comida que sobró del día anterior o que alguien trajo, se le calienta en el microondas o en el horno y ellos ya llevan para su almuerzo, se les pone en un tupper porque todo es desechable, como hay mucho enfermo no se lava nada allí.

Tampoco tenéis espacio para lavar

Habría pero no podes desinfectar y hay muchos niños y eso es lo que cuidamos. Y después ya se empieza a preparar la comida de acuerdo a lo que viene.

Del desayuno se encarga Mito, si falta pan se va corriendo a comprar pan, pero a las 9:30 o 10 Nina va a ver que es lo que hay y sobre eso se prepara la comida.

Todos los días se cocina, todos los días se entrega también comida preparada que nos llega. Entre desayunos, lo que se le entrega, los que llevan en su tupper y por los platitos que usamos repartimos entre 60 y 70 comidas cada día, de lunes a viernes.

Eso es mucho ¿no?

Pero no falta, nuestro proyecto comenzó dando comidas a 10, 12 personas pero ahora es un batallón, llegamos a 50 y ahora se nos sumó más gente que están aquí cerquita porque se les inundó su casa y este señor que se lleva comida para sus 7 hijos que constatamos que es cierto, otro que también creo que tiene 4 o 5 hijos que se le da la porción de comida por lo menos para los niños, con eso ya sumamos y llegamos fácilmente a 70.

¿Cómo hacéis, se acerca la persona, os pide el alimento, le entrevistáis?, ¿o no da tiempo para eso?

El que tiene hambre come, más de una persona nos pregunta por qué le damos a esos borrachos, por qué le dan a esos drogadictos, yo me imagino que cuando Dios repartió los panes y los peces a tanta multitud, habrá habido borrachitos y habrá habido drogadictos, bueno, no creo que en esa época hubieran, pero mucha gente no tenia que comer y él no preguntó nada. Hay veces que sí hay avivados que trabajan y que vienen a comer y a estos sí les decimos.

Tenemos también el perchero solidario de la ropa, eso funciona pero a toda hora, ahora que está llegando el invierno va a llegar abrigo de todo tipo, mucha gente viene se prueba y se lo lleva puesto.

¿Así sin más?, ¿yo puedo venir y dejar ahí mi abrigo?

Claro, hay muchos que vienen paran ahí su vehículo, cuelgan ellos mismos la ropa y los que nos conocen ya nos dicen “acá te traigo una bolsa”. Dividimos la ropa porque si ponemos todo hombre en un día se lo llevan y hasta sabemos que lo llegan a vender, entonces ponemos un poco de niño, un poco de hombre, un poco para mujer, zapatos y sobre todo las ropas de niños, les dejamos mucho a los indígenas y también a la gente que sabemos que necesita. La ropa de niño es la que menos tenemos.

¿Tenéis conflictos en la plaza?

Tuvimos, ahora estamos bien, fuimos a hablar con la policía, le pedimos apoyo con el comisario y nos dio su teléfono. Le decimos “mire, acá están peleándose” y al ratito ya viene la camioneta y se los lleva, por lo menos los retira de allí cuando están tomados.

¿Pero se pelean entre ellos, no con vosotros?

Si, entre ellos, son muy respetuosos con Liliana que ves que es una mujer indefensa y nunca le faltaron al respeto.

Agua, he visto que tenéis una garrafa, ¿viene y bebe el que quiere?

Si, ese es el dispensador de agua de una señora que nos ofrecía dinero que dijo que quería colaborar, es un regalo de ella porque hacia mucho calor y no teníamos agua fría. La verdad es que la garrafa es agua de canilla, no es agua filtrada porque nosotros no podemos comprar esa agua filtrada. Normalmente gastamos dos botellones al día, alguno quiere poner para su tereré, otro quiere agua caliente para su mate también, eso le prohibimos, les dijimos llevar lo que vas a consumir ahora.

¿Alguna experiencia bonita que compartir? Algo que os haya llegado mucho

Hay una frase que viste, que dice no podemos hacer grandes cosas, pero si pequeñas cosas con gran amor. Creo que eso es lo que hacemos, yo le digo a la gente, somos pasamanos en este momento, somos pasamanos de Dios porque nos usa a nosotros para poder darle a los demás, pero la verdad es que nosotros pensamos y más de una vez manifestamos que ambos nacimos en una familia linda, no tuvimos frió, no tuvimos hambre y que merito hicimos nosotros para nacer en ese lugar, que nuestros padres nos dieron educación, nos dieron todo, nos dieron amor, podíamos haber nacido hijos de una indígena, con todo el respeto que le tengo a nuestros paraguayos indígenas, pero que no tienen posibilidad de salir o podíamos haber nacido entre drogadictos o en una pobreza que hacen de que uno no pueda sobresalir, ahora que merito tuvimos los dos, nada, fue una decisión de Dios y es una forma de dar lo que él nos dio, esa es nuestra forma de pensar, nuestra filosofía.

¿Qué libro habéis leído que os ha cambiado la vida?

No sé…hay tantos. Nosotros nos educamos mucho por la parte religiosa, en movimientos de iglesia porque éramos de la acción católica, después entramos con los encuentros conyugales que es para matrimonios que están en conflicto, nos preparamos hicimos el curso con el padre Raimundo Roy, estos encuentros conyugales vinieron de España con el padre Calo, inclusive el libro de los encuentros conyugales lo escribimos juntamente con este sacerdote adaptado a nuestra realidad paraguaya, y ese libro tiene muchas anécdotas por ejemplo, Pirevai que es que la gente no sabe lo que le pasa, la palabra Argel que es antipático y pusimos eso para que llegue más y tuvimos experiencias muy simpáticas, creo que fue en Perú o por ahí, que llevamos el libro que nosotros usamos con toda esa terminología mezclada el guaraní con el español, entonces introducimos esas palabras para que entiendan bien. Amaneciste malhumorado y decimos “amaneciste pirevai” y ya no hace falta explicarle, entonces no había WhatsApp y te llamaban por teléfono de Colombia y le decían Mito que es tovapuku, acá en el libro encuentro tovapuku, y le decíamos quiere decir cara larga y así le traducíamos alguno, que llevamos con nuestra terminología porque compartíamos entre todos los países que estaban en el congreso. Así es que esa es nuestra experiencia de vida.

¿Alguna película que os guste mucho, muchísimo?

Ahora vimos Los milagros también existen, a nosotros nos gustan películas o románticas o que tengan un fondo, una enseñanza, vemos muy pocas porque no hay mucha oferta, la mayoría con la tecnología son todos robóticas y que se yo.

Contadnos una experiencia asombrosa de estos tres años

Cuando nos robaron, siempre la gente dice ¡hay les robaron! y yo les digo, bueno gracias a los ladrones vinieron los periodistas y gracias a los periodistas nos hicimos famosos y una vez llegó un momento que acá se llenaba de periodistas, venia una televisión, el otro canal, otro diario y me decía Mito, levántate que ya vienen los paparazzi y una vez nos llaman del canal del Chaco y nos dicen que nos quieren entrevistar y ¿por qué el canal del Chaco? Acá en Asunción el Chaco que tiene que ver con lo que nosotros hacemos, el Chaco es una región desértica, era, ahora ya está más poblada, yo pregunto acá y nadie sabe de ese canal, es exclusivamente de ahí y entonces dijo el reportero, “lo que pasa es que nosotros tenemos la consigna del jefe del canal que tenemos que llevar noticias positivas, nada de noticias negativas, entonces encontramos esto y por eso estamos acá”.

Mira si sois famosos que habéis llegado hasta allá

No, no solo llegamos hasta allá, ese canal como es de menonitas y la zona esta es alemana, cual fue la sorpresa la hermana de Mito que vive en Alemania, cerca de Hamburgo y nos vio en el canal que pasaron de Paraguay, del Chaco pasaron los alemanes el Kiosko solidario.

¿Qué consejo te darías si te pudieras verte a ti de muchacha con 13, 15 años?

Yo a los 15 ya festejaba con Mito_ nos dice Nina mientras ríe traviesamente.

Bueno pues si quieres un poco más joven con 13 años, ¿que consejo te darías?

Que se acerquen a Dios, yo creo que esa es la joya que nosotros tenemos, que tengan fe, que tengan esperanza y que no decaigan.

¿Y tu Mito?, ¿qué consejo te darías?

Yo también por el estilo, yo suelo decir, a veces te dicen ¿por qué metes a Dios en este tema? cuando decimos Dios nos ayuda, es un milagro el que no desembolsemos más plata porque viene y suelo decir… de Dios hay que hablar a tiempo y a destiempo. Dios está en todo. De Dios siempre es tiempo de hablar.

Yo también creo que hay una fuerza, energía que nos está ayudando y por eso a veces te has de dejar llevar y llega lo que necesitas, vosotros por ejemplo necesitabais comida para ese día y llegó.

Mil gracias por realizar vuestro proyecto y por ser pasamanos.

Desde Susurros de luz apoyamos proyectos como este, con las ayudas que hemos recibido en España colaboramos y lo seguiremos haciendo, llevando panchos, salsa de tomate, ropa y lo que precisen.

Gracias por hacerlo posible.

Susurros de luz

Susurros de luz, la asociación que hace que las cosas bellas sucedan y además las cuenta.

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