Conversando con… Rosario Marín
Entrevista realizada en la pasada cumbre MABS2018 el 24 de mayo de 2018 por Jose Mª Escudero Ramos
De nuevo volvemos a esa gran cumbre MABS2018 que organizó el Grupo ATRESMEDIA el pasado mes de mayo. Una de las conferencias más emotivas fue la que nos ofreció Rosario Marín, toda una señora con unas vivencias de esas que marcan, y que cuando se comparten desde el corazón, como hizo ella, sus aprendizajes se conviertan en enseñanzas, de corazón a corazón, el lenguaje del alma. Rosario Marín, hija de inmigrantes mexicanos en EEUU, primera mujer latina en llegar a un puesto tan importante como tesorera de los Estados Unidos en la época de George Bush Jr.
Son los valores los que te hacen tu fundamento para que en las crisis uno pueda salir adelante.
IMO: Lo primero de todo, gracias por el tiempo que nos dedicas y enhorabuena por poder cumplir tu plan de vida. ¿Trabajando en dejar un mundo mejor para personas como tu hijo y familias como la tuya?
Rosario: He tenido la oportunidad de colaborar muy de cerca con George Bush Jr, siempre decía “nosotros estamos aquí para propósitos más grandes que los propios”, yo soy una mujer de fe, cuando escucho las palabras de George Bush Jr. me percato de esto, ese ejemplo del presidente me asienta, es lo que me da un fundamento, todo mi servicio público se ha basado en eso, nosotros estamos aquí para propósitos más grandes que los propios.
IMO: Lo dijo en la conferencia que dio en el MABS 2018, es el día a día lo que nos forma, el día a día nos ofrece esos héroes anónimos que nos acompañan en silencio.
Rosario: Exactamente, actúa correctamente siempre. Es fácil actuar de manera correcta cuando te ve todo el mundo, cuando te sabes observado, pero ¿cómo actúas cuando nadie te ve?
IMO: Ha crecido entre valores familiares muy enraizados pero, ha dejado caer veladamente durante su charla, también entre abusos y amenazas, cuando tenía cinco años y lo cuenta en su libro Una líder entre dos mundos “porque todo el mundo debe de atreverse a contar si sufre abusos”. ¿Qué le ha formado más? ¿Qué le ha hecho ser lo que es ahora? ¿ los valores o las crisis?
Rosario: Yo creo que es una combinación, pero son los valores los que te hacen tu fundamento para que en las crisis uno pueda salir adelante. Siempre hablo de dos regalos que me dieron mis padres. Mi padre, el regalo de la ética de trabajo, trabaja, se el primero en llegar y el último en salir, si llegas a tiempo ya estás llegando tarde, trabaja duro, más que nadie, mejor que nadie, ese es el regalo de mi papá. El regalo de mi mamá es la fe, esa fe que dice que no importa que tan oscura esté la noche, Dios te da un nuevo día y con él vendrá un nuevo sol y volverás a brillar. Ese es el regalo que me dio mi madre. Y yo sé muy bien que por muy oscura que sea la noche, llegará de nuevo el sol, así que “no te preocupes tanto, esto pasa, y volverás a brillar”.
IMO: Escuchar tu charla es muy emocionante, habrás contado esto cientos de veces pero todavía se emociona. Trasmites desde el corazón y agradeces mucho. ¿Cuán importante es la gratitud en tu vida?
Rosario: Cuando la gente pregunta ¿qué tal estás? Lo habitual es responder bien, yo siempre digo “agradecida”. Yo estoy agradecida con Dios, agradecida con la gente, agradecida con mis padres, agradecida con mi esposo, agradecida con mis hijas, agradecida a la vida. Es increíble lo que recibes y por consecuencia me veo obligada. Uno de los valores de mi familia es “al que mucho se le da, mucho se le exige”, el pobre que no tiene amigos, que no tiene trabajo, que no tiene familia ¿qué le puedes exigir? Pero si tú tienes todo eso, has de estar agradecida.
IMO: Fidel Delgado, uno de los terapeutas españoles que más me gustan, dice “desgracias hasta que gracias des”, el día que seamos capaces de agradecer lo malo empezaremos a ver lo bueno para agradecer.
Rosario: Definitivamente. Mira, Dos te da cuando tienes las manos vacías, cuando tienes las manos llenas no puedes agarrar más.
IMO: Acabo de escuchar como la llamaban feminista, yo veo más a un ser humano ¿se considera feminista?
Rosario: Yo creo que las etiquetas no son buenas. Yo si creo en la mujer, creo en las capacidades de la mujer. Voy a luchar porque las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres. Mi mamá me decía “hija, para qué vas a la universidad si ya eres secretaria en el banco”. Pero yo veía que todos mis jefes tenían licenciaturas y también quería estudiar para ser como ellos. Trabajaba de día y me pagaba los estudios que hacía por la noche. Entonces no sabía muy bien inglés pero me sentía igual que mis jefes, no veía ninguna diferencia entre ellos y yo. Gracias a Dios en el banco me dieron muchas oportunidades. En lo que sí creo es en la complementariedad, creo que Dios nos dio unas habilidades a los hombres y otras a las mujeres pero nos necesitamos los dos. Hoy día está comprobado que las empresas que tienen a mujeres en puestos de alta dirección tienen mejores resultados.
IMO: Nos hace falta líderes más femeninas y lideres masculinos con el lado femenino más desarrollado.
Rosario: Las mujeres estamos dispuestas a asumir esos papeles, estamos capacitadas a emprender ese camino del liderazgo, a veces no hemos podido o nos hemos querido, asumir responsabilidades pero día a día hay más mujeres con muchas ganas. Hace poco fui a una empresa en Centroamérica a dar una conferencia y me encontré con mujeres que no se atrevían a asumir ese liderazgo. La compañía creía que muchas mujeres estaban preparadas para avanzar, pero las trabajadoras no se creían preparadas.
IMO: ¿Es el precio al haber sometido a la mujer al menosprecio durante años? ¿Miedo al fracaso? Ayer hablamos con Silvia Leal, otra gran mujer que impartió una conferencia en el MABS, sobre el ¿miedo al ridículo?…
Rosario: Hay estudios recientes que hablan del miedo al éxito porque el éxito requiere más, una cosa es llegar y otra cosa es mantenerse, y si tienes éxito vas a tener que entregarte más. Se va a esperar más de ti.
IMO: ¿Cómo se siente como madre?
Rosario: Yo espero, tuve un ejemplo magnífico con mi madre, ser un poquito como fue mi madre.
IMO: ¡Qué buena referencia!
Rosario: Mi madre fue espectacular.
IMO: ¿Cuántos hijos tienes?
Rosario: Tres, Erick tiene 32 años; Carmen, 28 y mi bebé tiene 26. Dios me ha bendecido con mis tres hijos.
IMO: Tres grandes maestros.
Rosario: Yo siempre digo eso, primordialmente Erick, mi alumno, pero también ha sido mi maestro. El me ha enseñado cosas importantísimas, imprescindibles. Nació con Síndrome de down y muchas enfermedades. Los médicos dijeron que no viviría mucho y ahí sigue enseñándome.
IMO: ¿Y su marido? Nos contó algo sobre él que le sitúa en una posición de honor en su vida.
Rosario: Una noche de sábado, sentados frente a la chimenea en nuestro hogar, pensando en el sentido de la vida, me vino algo a la mente y se lo comenté. Le dije, “sabes, ya sé cual es mi plan de vida, dejar un mundo mejor a personas como Erick y familias como la nuestra”. Mi esposo no tardó mucho en responder,”cariño, si ese es tu plan de vida, el mío será hacer que tu cumplas el tuyo”. Con el tiempo, llegué a ser tesorera de los Estados Unidos, cuándo mi firma apareció en los billetes de dólar, llegué a casa y le dije: “Mira, Rosario es mi nombre, Marín es tu apellido. Esto lo hemos hecho fifty-fifty, al cincuenta por ciento. Lo hemos hecho juntos”.
IMO: Es una historia preciosa que pienso contar a partir de ahora siempre que tenga oportunidad.
Rosario: Dios me ha dado lo que necesitaba en todo momento para cumplir mi misión, me ha dado unos padres encantadores, me dio un esposo magnífico, tres hijos maravillosos por eso me siento tan bendecida. Yo siempre estoy a la disposición de lo que Dios quiera, que si voy a hacer esto, digo, Dios soy un instrumento tuyo, haz de mi lo que tú quieras.
IMO: Una pregunta de luz y sombra, ¿Qué hace una mujer como usted poniendo su firma en una cosa tan materialista como el dinero?
Rosario: Reímos _ Lo mencioné antes. Antes de que Erick naciera yo tenía mi vida completamente planeada. Yo sabía lo que iba a ser. Iba a ser banquera toda mi vida, de asistente de la recepcionista iba a ser asistente de todos los escalones, hasta llegar al vicepresidente, a la presidencia y luego iba a ser duela de mi propio banco. Entonces llega Erick y todo eso se va para un lado y yo dejo de planear, pero ese dejar de planear es dejarme ir a la buena de Dios.
IMO: Dejar fluir que dicen ahora.
Rosario: Así es. Dios me ha llevado por ese rumbo. Jamás me imaginé que llegaría a estas posiciones pero es lo que Dios diga, yo estoy muy dispuesta
IMO: El dinero es una energía, lo malo es que se quede estancado el dinero, tiene que circular.
Rosario: Te aseguro que el dinero circula _ reímos.
IMO: Recomiéndanos un libro que te haya marcado la vida.
Rosario: ¿Aparte del mío? _ reímos.
IMO: Sí, el tuyo ya lo recomiendo yo.
Rosario: When bad things happen to good people, Cuando las cosas malas le suceden a personas buenas, de Harold S. Kushner, me ayudó muchísimo, lo leí hace treinta y tantos años y sigue siendo un referente. Me gustó mucho la autobiografía de Rose F. Kennedy, Times to remember. El senador Kennedy me dio el premio del Senado que lleva el nombre de su madre, Rose. Y otro libro es de George Bush, él escribió dos libros, Decision points fue el que escribió después de su presidencia, A charge to keep, lo escribió antes. Mucha gente crítica las decisiones que tomó tras el 11 S, Decision points habla de la información que tenía para tomar las decisiones que tomó en el momento en el que lo hizo. Se han hecho estudios y mucha gente hubiese tomado la misma decisión que George Bush tomó con los datos que se tenían en ese momento, que no es lo que sabemos ahora, además del estado de emergencia y de nervios en el que se encontraba el país tras el 11S.
IMO: Ahora dinos una película
Rosario: ¿La que más me gusta?
IMO: Una que te marcó.
Rosario: Que me haya marcado La vida es bella de Roberto Benigni, lo que hace un padre por su hijo. Me recordó mucho a mi madre. Yo no sabía que era pobre hasta que llegamos a Estados Unidos y veo las carencias que nosotros teníamos. No teníamos refrigerador. En México vivíamos en una casita con dos estancias, una cocina y un baño. Mi mamá nos decía “hoy he hecho sopa a la francesa” y era sopa con calabacitas.
IMO: Para terminar, imagínese que vuelva al pasado y se encuentra con la pequeña Rosario de catorce años, ¿qué consejo se daría?
Rosario: Que sea más paciente conmigo misma.
IMO: Pues muchas gracias por su tiempo. En IMO nos despedimos siempre de un gran apapacho.
Rosario: Me encantan los apapachos.
Y así, con un gran apapacho, nos despedimos de una gran mujer agradecida, agradeciendo.