¿Dónde estamos?
Leo, veo, observo, aprendo y me vuelvo a equivocar una y otra vez.
Es como si el universo me quisiera indicar algo
¿Qué es lo que tengo que aprender de todo esto?
Mi hermano mayor, que se llama igual que mi difunto padre, está repitiendo patrones que vivió mi padre. Es muy curioso, en ésta ocasión yo soy co-protagonista.
Tras escuchar algunas conferencias de bio-decodificación, leer a grandes autores y pensadores, ahora toca dar ese paso para arreglar asuntos pendientes de la constelación familiar a la que pertenezco.
Es maravilloso llegar a este punto de comprensión, ahora toca trabajar para poder arreglar el bloqueo, por mí y por las generaciones futuras.
Es muy hermoso poder ser consciente de la herramienta de limpieza energética que somos. Me encanta.
Leo libros que me llegan por esos designios del destino en el momento y lugar preciso. El universo sabe muy bien lo que se hace y lo que nos hace.
También escucho conferencias que te envían tiempo atrás pero que escuchas en el momento adecuado.
El universo es como el mecanismo de un reloj que marca un ritmo perfecto para que las manecillas bailen al compás que deben.
El árbol transgeneracional tiene sus raíces en la tierra y las ramas hacia al cielo entre recibiendo y agradeciendo todo lo que nos llega. Así me siento hoy, como un árbol maestro, dispuesto a ayudar a quien lo necesita a la vez que me dejo ayudar cuando lo preciso.
Yo soy un pequeño bonsái en el bosque natural, salvaje, de los duendes amorosos.
Observo y aprendo agradecido por la infinidad de regalos con los que me premia el universo.
Tengo miedos, no es solo uno, me armo de valor y me enfrento a todos ellos con el alma preparada para evolucionar, sea cual sea el camino.
Todo es amor, somos amor y estamos en la fuente. Vivimos unas experiencias magníficas para poder llegar a la casilla de salida que nunca hemos abandonado. Es el juego de la vida, es la pasión por sentir emociones y sentimientos que nos hacen humanos, nos hacen especiales: Ángeles de luz encarnados en forma humana.
Somos lo que cada uno quiera ser, yo de momento construyo mi vida en torno a una constelación, dentro de una galaxia, dentro de un infinito desconocido integrado en el cosmos…no terminaría nunca, como una matriuska de multiversos con infinitas posibilidades.
Me encanta sentir, vivir y emocionarme, como cuando vas al cine y ¡Qué mejor película que la de tu propia vida!
Siente, ama y emociónate y haz por los demás lo mismo, que sientan, se emocionen y amen.
¿Dónde estamos sino en el aquí y el ahora? Mira a tu alrededor y sonríe a los que te rodean, da igual que no los conozcas, brazos abiertos hacia el prójimo, como el árbol del bosque natural, salvaje.
Vamos a elevar la frecuencia del planeta para recordarnos lo que somos, nada más y nada menos que amor salvaje, natural, intentando ser domesticado.
Me encanta sentir.
Gracias por leer este post.
Suscribo tus palabras :
«Me encanta sentir, vivir y emocionarme, como cuando vas al cine y ¡Qué mejor película que la de tu propia vida! »
Precisamente llevo unos días, haciendo un repaso de» mi película «. De los actores que han participado y participan, todos maestros. ¡Qué bonito darse cuenta!
Y pienso… Cuantas emociones, cuantos sentimientos… Sentir… Tristeza, alegría, amor, desencuentros, rabia… y eres consciente y aprendes. Penas, llantos y te recompones… Y risas, abrazos, besos, Amor… a raudales. Caídas, y vuelta a empezar, aprendiendo, siempre.
Me gusta darme cuenta de todo lo que siento, de todas las emociones, de todo lo vivido… y del presente.
Suscribo totalmente : ¡Me encanta sentir!
Gracias!!!