Surcos

Editorial agosto de 2023- Surcos

Surcos

Se puede ver el presente, el pasado y el futuro de una persona a través de los surcos que deja en sus manos el paso del tiempo.

Las huellas digitales son el presente; hay quien lee el futuro en las palmas de las manos; y el pasado se puede leer en las callosidades, en los surcos de las cicatrices o en las heridas no cerradas.

Todo surco, si no se cierra bien y permanece abierto, producirá con el tiempo una enfermedad, una infección por la que supurará el odio.

¿Cómo cierro una herida/experiencia que no puedo/quiero perdonar? No pensar en ello ayuda pero la herida está ahí y algún día se vivirá algo que hará resucitar esa experiencia no digerida.

En mi opinión, lo correcto sería asumir la responsabilidad de todos los involucrados en ese hecho, incluso la nuestra; aceptar que lo que pasó tiene su importancia en tanto nos ha enseñado algo y por lo tanto nos ha formado; deberíamos dejar ir todo sentimiento de victima, y no victimizar a nadie; aceptar los hechos de cómo y, sobre todo, cuando pasaron y, por último, dejar ir toda emoción nociva que nos haga enfermar.

Importante: si la persona a la que se le guarda rencor, o sobre la que se tiene un pensamiento negativo, porque prevalece el recuerdo de aquello que hizo mal tiempo atrás sobre el bien que ha podido hacer después, sigue en tu vida y ese hecho pasado, en presente, te remueve y te hace sentir mal, no lo veas, por mucho vínculo sanguíneo que se tenga. Como dice Marian Rojas Estapé, júntate con personas vitamina. No tortures a tu prójimo, ni a ti mismo, con un discurso nocivo para la salud.

Ese tendría que ser el principio básico del pensamiento positivo. Ningún pensamiento dañino.

No se recuerdan las cosas tal y como pasaron, se reconstruyen los hechos acontecidos con el recuerdo de las emociones que nos hizo sentir aquello que pasó, hasta el punto de que muy seguramente lo que ahora se recuerde, ni siquiera sea lo real.

Asumir la responsabilidad propia de los hechos o, en todo caso, de cómo nos hacen sentir, es el paso definitivo para perdonar, perdonarse, pasar página y avanzar. En caso contrario nos quedaremos anclados en el pasado como un bucle que repite una y otra vez lo que creemos que pasó, eso que creamos en nuestra mente y que queda tan lejos en el tiempo como alejado de la realidad.

Construimos recuerdos y construimos personajes creando realidades. Quizá sea el resumen de la famosa idea que tenemos sobre el poder crear nuestra realidad… esta versión es muy dañina pero en este momento de mi vida es la más veraz por lo que veo a mi alrededor. Creamos nuestras realidades en torno a aquello a lo que prestamos atención. El ser humano es muy creativo, utilizar la creatividad para construir o para destruir dependerá del contexto y la historia que viva o recree cada uno.

Escuchemos al prójimo para conocer esos contextos, para reconocernos en ellos, para recordar que todos tenemos una historia que contar y que en muchos casos somos protagonistas de sus historias, las malas quedan atrás, grabadas en la arena que un día se la llevará una ola; las buenas las deberíamos grabar en una piedra preciosa, aunque en verdad cualquier piedra con una frase bonita grabada es ya, de por sí, una piedra preciosa. La naturaleza es preciosa por sí misma. A poco que hagamos por rodearnos de estímulos positivos, la vida, nuestra naturaleza, cobrará, cada día, nuevos sentidos.

Hace poco alguien me dijo que todo acto deja unos surcos, no son cicatrices, no son heridas, pero son huellas que hacen que nada vuelva a ser igual que antes. ¿Y qué tal si en lugar de ver los surcos nos fijamos en todo lo que ha florecido alrededor de ellos?

No existe la vida perfecta, por eso es bueno hablar del fracaso, de la tribu y de cómo el ser humano ha conseguido avanzar siglos de historia, desde que salimos de las cavernas, gracias a la cooperación entre miembros de la misma especie. Es bueno dar charlas sobre crecimiento personal y superación del fracaso. Tras ello sería mejor vivir en coherencia entre nuestros actos y nuestras palabras. Y formar, día a día, esa piedra preciosa que dejaremos en algún momento, como epitafio final, grabado en un invisible rubí que se guardará en todos los corazones de aquellos a los que hemos podido abrazar en nuestro largo camino hacia nuestro destino final.

La vida es demasiado bella como para mirar atrás en busca de viejos surcos a los que culpar de nuestra incapacidad de encontrar la felicidad y plenitud en el presente. Miremos hacia adelante observando la hermosa tierra que tenemos bajo nuestros pies y todo el camino que nos queda por recorrer que deseo sea mucho y si no… espero guardes este hermoso rubí que te entrego con todo mi amor en el día de hoy, para que lo guardes en tu corazón por muchos años, por muchas vidas.

Gracias.

Jose María Escudero Ramos, fundador y editor de la Asociación y Revista Susurros de luz

Susurros de luz

Susurros de luz, la asociación que hace que las cosas bellas sucedan y además las cuenta.

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