Editorial de diciembre 2019
Tenemos un mes para reflexionar
Ya está a punto de terminar el 2019 para dar paso al año de la bella cifra 2020 en el cual, una vez más, se cerrarán portales, se abrirán nuevas eras y habrá cometas que pasen muy cerca de la tierra, lunas rojas, azules, todos los días se celebrarán diferentes conmemoraciones, se publicarán resultados de infinidad de investigaciones, descubrirán nuevas evidencias de vida en otros planetas y esperemos que en España, por fin, tengamos gobierno. No queremos nada excepcional como que se haga pública la fórmula de la Coca Cola, simplemente queremos que se aplique el sentido común y que los seres humanos parlamenten, negocien, se pongan de acuerdo en un bien común: gobernar para el bien, no de la mayoría sino de todos los ciudadanos que habitan este país que no lo reconoce, como dijo un famoso hombre de estado, ni la madre que lo parió. El pasado mes de junio pudimos escuchar, en el MABS2019, a Carlos Solchaga, compañero de partido del estadista con apellido bélico anteriormente mencionado, decir que “tenemos a unos políticos que no están a la altura de los problemas” que ellos mismos han generado, hemos de añadir. Los políticos se han acostumbrado a gobernar con mayoría absoluta mostrando su incapacidad para dialogar, parlamentar, por lo que les queda grande su espacio de trabajo, el Parlamento. Nos están demostrando día tras día su afán de poder y su avaricia. No importa el color del partido, ni los ideales… pero ¿y el pueblo? Hemos votado hasta dos veces, a unas personas para que nos representen, para que dialoguen, negocien y para que trabajen para nosotros, todo para el pueblo pero con el pueblo*, y proponemos que si no cumplen con sus objetivos, no cobren. Y esos objetivos son: que cada quién haga el trabajo para el que se ha preparado, que haya trabajo ético y bien remunerado para todos, que la economía se reactive, que se den soluciones a los conflictos territoriales aunque dejen sin trabajo a más de un tertuliano, y que llueva a gusto de todos a pesar del cambio climático.
Como dijo el artista poeta y cantautor Leonard Cohen «Todo está lleno de grietas, lo bueno es que así es una forma de que entre la luz». El amor reina a pesar de todo, por eso en las tenebrosas luchas entre la luz y la oscuridad, ésta hace más ruido pues de otra forma no se la conocería. Vamos a observar el mapamundi como un tablero de ajedrez, vamos a observar las jugadas que hacen los seres de la sombra y los de la luz y mandar todo nuestro amor y ánimos a los seres de luz que, a veces en la sombra (bonito juego de palabras), hacen una labor y esfuerzos títánicos por seguir hacia delante en su empeño, que es el nuestro, de elevar la frecuencia del planeta.
De momento, para situarnos en el aquí y el ahora, estamos deseando que en este mes de diciembre se compre lo justo y se sonría mucho, que se eviten los excesos, que brille la verdad y la justicia y que el mundo gire envuelto en un halo de amor y conciencia. Que el ser humano empatice con el prójimo y que nos reconozcamos tal y como somos, humanos. Tenemos un único planeta tierra, somos parte de su propia naturaleza.Hemos de perder todos los miedos que nos quieren inculcar, todo es mucho más sencillo de lo que parece: la verdad está ahí fuera pero se encuentra en nuestro interior, dejemos de buscar, reconozcámosla.
Feliz mes de diciembre, todo un mes para reflexionar.
Jose Mª Escudero Ramos
Editor y fundador de Susurros de luz
* Frase original “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”, frase que resume la política de las monarquías absolutas del Despotismo Ilustrado en la Europa de la segunda mitad del siglo XVIII