Editorial de julio 2024
Lo que somos
Una de las cosas que me han quedado grabadas en la memoria del tiempo que viví en Nueva York, estoy hablando de los años 1993, 1994, es la costumbre que tenían mis amigos, o conocidos, de preguntar ¿Qué eres y qué haces para vivir? En su momento me llamó la atención.
En EEUU hay muchos músicos, escritores, actores y actrices que son artistas pero para vivir tienen que trabajar de camareros, en supermercados, de mensajeros… Las profesiones liberales te obligan a tener que buscarte la vida haciendo diferentes trabajos para poder subsistir hasta que llega tu momento. Lo bueno de este tipo de vida es que te enfrentas a tal variedad de experiencias de las que puedes sacar provecho, que al final es de agradecer poder tener esa mente libre y abierta que te hace, sino crecer, al menos no quedarte estancado en el mundo de «mi única realidad es la perspectiva desde donde observo».
Yo tengo un oficio titulado, es decir, con diploma y todo, el de fotógrafo; además he publicado desde 1995 decenas de libros variados temas y catálogos de fotografía individuales y colectivos. Para este oficio de escritor no se obtiene diploma alguno a no ser que ganes concursos y para eso hay que presentarse. También tengo años de experiencia tanto en meditación y mindfulness como en «servicios sociales», hasta he creado una ONG, y además acabo de obtener un título que me certifica como docente. Tengo más de 40 diplomas que certifican el aprovechamiento de todos esos cursos ofrecidos por diferentes plataformas de educación.
¿Qué soy yo en realidad? Mi oficio es ser artista, pensador, observador, ser humano. No tengo ningún título que certifique lo que realmente soy.
No digo que no a nada y me gusta mucho tener experiencias, aunque me pongan en situaciones límite. Me gustan los trabajos justos, bien remunerados que no exploten al personal y que te consideren Ser Humano, no recurso humano. No me gusta el rollo de «bienvenido a la familia». La empresa no es familia. El negocio es la negación del ocio, no ocio. por eso pagan por trabajar. Si fuese divertido se llamaría ocio y pagarías por ello. Esto no implica que no puedas disfrutar con lo que haces, es más, hagas lo que hagas, deberías amar lo que haces porque en caso contrario se pone en riesgo la salud.
En esta sociedad en la que lo que tú haces se come a lo que tú eres hay un riesgo extremo de infelicidad duradera porque tragamos con demasiadas injusticias con tal de tener un estatus, un título o un puesto que nos reconozca.
Trabajamos muy duro toda la semana para poder llegar al fin de semana y darlo todo hasta perder la noción de lo que somos, para no ver la realidad de que lo que somos está por encima de lo que hacemos… esperemos que nos podamos dar cuenta de ello antes de que sea demasiado tarde. En la perfecta sociedad del bienestar no deberían recetarse más ansiolíticos.
Podemos construir una sociedad del Bien Ser pero para eso hay que cambiar muchos paradigmas.
¿Estamos dispuestos a ello?
Bienvenido al mundo del nuevo paradigma. No te voy a dar las pautas, las vas a encontrar por ti misma, por ti mismo. Solo es cuestión de responder con honestidad.
¿Qué haces para vivir? ¿Qué eres? ¿Te hace feliz? ¿Eres feliz? ¿Has conseguido que lo que haces no se coma a lo que realmente eres?
Jose María Escudero Ramos, fundador y presidente de la Asociación y revista Susurros de luz
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