Editorial de mayo 2024 Pancartas

Pancartas

Me veo metido en un bucle en el tiempo, mucho avance y progreso pero la humanidad sigue con sus mismas luchas, los mismos miedos e intolerancias.

Integramos muchas cosas pero no el respetar y normalizamos la confrontación.

En vez de enfrentarnos a los miedos que nos paralizan, nos quedamos parados ante las injusticias sociales. Nos ofrecen diferentes pancartas para encasillarnos y «no me saques de aquí que son mis ideas y la de mis ancestros…»

El otro día mantenía una conversación con una conocida, hablábamos de política. Yo no voto y si pudiese, haría apología de no ir a votar, no por no creer en la democracia sino por no creer en este sistema. La señora sabe que mis ideas son utópicamente de izquierdas, como era Jesús el de Nazaret. El ser humano es bueno por naturaleza, se vuelve malo por la tentadora corrupción del poder, cuando no tienes nada que perder, das tu vida por el prójimo, pero si tienes apego a las cosas materiales, a los cargos, a las palabras que exaltan nuestro ego… ay, que no me pongan cerca del árbol del conocimiento porque la tentación es grande y puedo pecar.

Volvamos a la conversación con la buena señora, me decía que ella nunca votará a la derecha. Yo respondí, y ella se sorprendió, que en caso de necesidad yo podría llegar a un político aunque sea de derechas, si es que veo que es mejor alternativa que las otras pues a mí no me ciega la pancarta, precisamente porque creo más en el ser humano que en las pancartas que pueden ser fruto de la manipulación, no voy a entrar en materia pero los que nos siguen desde hace tiempo saben que tiendo a ser dudacionista, duda como principio, duda metódica, duda primero de la versión oficial y lee entre líneas.

Mis abuelos tuvieron que irse a otro país tras luchar y sufrir en una guerra, mi abuelo Abelardo tuvo uno de los primeros carnets del PSOE y estoy seguro que si levantase la cabeza se arrepentiría de haber luchado para llegar a donde estamos en este momento Y la cosa no es de ahora, viene de tiempo atrás, por poner un ejemplo, el partido republicano que nos metió en la OTAN a pesar de su postura contraria antes de que Isidoro llegará al poder, os recuerdo que decía aquello de OTAN NO BASES FUERA, y luego… ya conocemos la historia.

El poder es una tentación muy grande y yo, personalmente ya no creo en las moscas que van a un panal de rica miel, porque no mueren, matan por mantener el goloso sentido de superioridad. Los altos poderes hacen que perdamos el norte, los políticos siguen trabajando para el pueblo, no al revés, pues ahora parece que trabajamos para mantenerlos.

Defiendo a capa y escudo, a los políticos que hacen barrio, ese es otro cantar. Me gusta juntarme con ellos, caminar juntos por las aceras que nos han visto crecer mientras debatimos cómo podemos garantizar la justicia, equidad y amor entre todos los vecinos, sin que nos importe demasiado detrás de qué pancartas estamos pues cuando vivamos en un mundo justo no harán faltas pancartas tras las que situarnos.

¿Una utopía, un sueño?, nadie dijo que el camino fuera fácil pero lo mejor es ir haciéndolo en paz en lugar de fomentando guerras.

Jose María Escudero Ramos, fundador de la Asociación y Revista Susurros de luz