Editorial Enero 2023
Principios y valores
Recientemente tuve la oportunidad de hablar con una familia chilena que me hizo ver la diferencia entre despedir un año viejo o dar la bienvenida a un nuevo año. La mirada crea una realidad basada en una gran y única verdad. Por poner un ejemplo, en este momento en el planeta tierra convive el verano y el invierno, pero si yo solo veo mi realidad, defenderé a capa y espada que ahora mismo es invierno en todo el mundo.
Hay dos factores claves para aprender, una es viajar y otra es la comunicación, es decir, hablar y escuchar. Cuando solo habla uno sin escuchar al prójimo, ya se puede intentar hacer ver que la verdad tiene muchas interpretaciones llamadas realidades, pero el punto del vista del prójimo solo será entendido si aquietamos el espíritu y silenciamos la mente con una actitud de querer aprender.
El año nuevo que se celebra estos días es según un calendario determinado pero hay otras culturas y religiones que celebran sus comienzos de año en otras fechas.
En un mundo global se entiende esto cuando sales a la calle en un barrio multicultural. Los ortodoxos, los judíos, los chinos, los musulmanes, los budistas… celebran de diferentes formas sus nuevos años. Unos agradecen lo que el año que se va les ha ofrecido, otros consumen sus vidas entre fiestas, alcohol y drogas como si no hubiese un mañana.
Hace mucho tiempo que decidí no ingerir nada que me haga cambiar mi estado de consciencia, para eso prefiero usar otras vías como la meditación, ayunos o maratones.
Al vivir como observador de la realidad que a uno le rodea, se puede enfocar la atención en diferentes acciones según las situaciones vividas. Hay veces en las que se hace muy difícil ser observador neutral y no emitir juicio ni tomar partido, pero si encima se altera la forma de percibir sensorialmente la vida, se puede llegar a ver verdaderos monstruos que en muchos casos son sombras de uno mismo.
Muchas personas hacen un examen de conciencia a final de año y confeccionan un listado de propósitos de año nuevo que se intentarán desarrollar a lo largo del año que comienza. Tener propósitos está muy bien, personalmente creo que no hace falta esperar a una fecha determinada para hacer esa lista, cualquier momento es bueno para tomar conciencia y emprender los cambios oportunos sin esperar a que el universo nos paré de golpe por no haber entendido sus mensajes a tiempo.
Sea cuando sea que comiences tu año, o hagas tu listado de propósitos, te invito a que también hagas una reflexión sobre tus principios y valores.
¿Qué entendemos por principios y qué por valores?
Este año quiero investigar y escribir mucho sobre estos temas con el fin de recordarlos, o actualizarlos, y vivir en coherencia entre mis principios, mis pensamientos, mis palabras y mis obras. Lo incluyo en mi lista de propósitos de año nuevo.
Ser ejemplo se hace con la acción y el fin del mundo llegará, según algunas religiones orientales, por la inacción de ser humano, por eso ahora es tan importante hacer que las cosas bellas sucedan y contarlas, para invitar al movimiento que lleve a la acción positiva y evitar la destrucción del ser humano, insisto para que me entiendan: de ser humano.
La inacción comienza por la carencia de observación, si no vemos más allá de nuestro móvil, ni leemos entre líneas, podemos perder muchas oportunidades de “salvar” nuestro mundo.
Seguro que no te parece tan complicado si te digo que una acción positiva es saludar, ser educado, mirar a los ojos, mostrar interés cuando te hablan, ceder el asiento a otras personas… En definitiva, hacer las cosas fáciles al prójimo y si no al menos no molestar, para que las vidas de los demás fluyan como ríos y afluentes interconectados por océanos o mares en un planeta en el que cabemos todos respetando y viviendo con valores y principios.
Feliz Presente.
Jose María Escudero Ramos es fundador, editor y presidente de la Asociación y Revista susurros de luz
Madrid, 2 de enero de 2023
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