Emociones y sentimientos III
Y ya que digo que me hacen pensar, investigar, aprender y meditar, me pongo a elucubrar y le doy vueltas al tema, Sensaciones que evocan emociones; emociones que provocan sentimientos; sensaciones y sentimientos que provocan emociones.
¿Qué existe antes la sensación, la emoción o el sentimiento?.
Las sensaciones que podamos tener crean sentimientos y emociones por una programación adquirida durante nuestra educación y crecimiento. En las películas, desde el cine mudo, usan la música para hacernos sentir miedo…¿a quién no se le eriza el bello cuando escucha la música de Tiburón o la de El Exorcista?. ¿Quién no ha sentido un escalofrío cuando pasa por la puerta de un cementerio una noche de niebla?
Con las emociones ocurre igual y en esta época en que estamos se da mucho vivir bajo la Doctrina del Shock. Nos asustan con amenazas constantes porque según parece eso tiene unos efectos sobre nuestras emociones, creo que nos da por consumir más y además no pensamos en otras cosas, nos alteran nuestra identidad y nos dejan sin poder pensar como seres individuales.
La psicología aplicada a la publicidad hace que, aun habiendo más tiendas Primart en toda España, la gente haga colas para ir a comprar a la que han abierto por navidades en la Gran Vía de Madrid, la gente de pueblos de hasta 150 km de distancia vienen en autobuses con el reclamo “le llevamos de turismo a Madrid, paramos en Primart”. O el caso de los Apple Adictos, haciendo colas horas antes de que salga un nuevo modelo para tener el primero de todos.
Hace muchos años escribí un texto que espero recuperar dentro de poco, decía que hay unos señores en la sombra que nos hacen sentir odio, amor, o como héroes, nos hacen amar a los animales o temerlos…el cine es una de las mejores herramientas para el control de nuestras emociones. Lloramos en Kramer contra Kramer, en Campeón, Love Story…odiamos en Marathon Man, en Raíces, alucinamos con Los niños del Brasil, creemos en los buenos extraterrestres viendo ET o Encuentros en la tercera fase pero los tememos en Independence Day, amamos a las Orcas en Liberad a Willy y tememos ir a la playa después de ver Tiburón. Dicen que tras estrenar Top Gun hubo un gran aumento en los alistamientos de reclutas en E.E.U.U. Con la música ocurre igual, decía Woody Allen en no recuerdo que película que cuando escuchaba a Wagner le entraban ganas de invadir Polonia, era un atrevido chiste contra Hitler hecho por un cineasta judío. Queremos ser como niños grandes viendo Big, volamos viendo a Peter Pan…
Todas esas emociones que nos plantea la película para niños y para adultos Del revés, una de las mejores películas sobre el tema, están ahí, dentro de nosotros. Cada emoción tiene relación en un órgano determinado, estudiar los chakras, situar las emociones y los órganos y trabajar sobre ello nos puede facilitar la vida para entendernos y para comprender a los demás. Al final se trata de conocer la máquina con la que trabajas y todas sus utilidades, herramientas y extras.
Conocer nuestras emociones, buscar el equilibrio entre los sentimientos y disfrutar de los sentidos que nos ha dado la naturaleza, no trabajar con los cinco sentidos conocidos, vamos a dar un paso más…¿y si fuesen más los sentidos que tenemos dormidos? Yo personalmente trabajo mucho con ese “sexto sentido” de la intuición, el “séptimo sentido” la premonición y la telepatía de la que habla Rupert Sheldrake en su libro “El séptimo sentido: La mente extendida; “ el octavo sentido” la morada de la conciencia, la base de la conciencia del ser humano; “el noveno sentido” es el sentido más temido por los dioses pues llegamos a encontrar dónde “residen”; por último el “decimo sentido” es la unicidad, la comprensión total de que todos somos uno, la liberación total, libre de apegos, de juicios y de vivir controlados por las sensaciones, emociones o sentimientos.
Es una buena meta, alcanzar el décimo sentido.
¿cómo se puede hacer?. Hay muchas formas de trabajar las energías, a mí me gusta el reiki y la meditación, los Registros Akásicos… lo que sí puedo intuir es que a todos nos llega la información en el preciso momento, y la hacemos “útil” cuando nos corresponde.
Tenemos que desprogramarnos mucho para poder creer en nosotros y nuestro potencial a partir del “sexto sentido” y eso es lo difícil, borrar y creer en nuestro potencial. Vaya, creer en uno mismo.