La adolescencia
María Escudero Peña, Madrid, 30 de marzo de 2019
La adolescencia según la RAE es: “Período de la vida humana que sigue a la niñez y precede a la juventud.”
La adolescencia según una niña de 15 años es una etapa de su vida en la que está experimentando cambios, una etapa en la cual debemos descubrir qué queremos y quiénes somos. Una etapa en la que nos conocemos y nos encontramos con nosotros mismos y definimos como seremos el resto de nuestra vida. Una etapa de tu vida donde estas en proceso de madurez, porque reúnes experiencias, donde todo te duele más porque le das importancia a lo que no tienes que darle.
Es como una montaña rusa, un día estás arriba, otro abajo, otro intentando subir y otro bajando a toda velocidad con los brazos bien en alto y gritando como si no hubiese un mañana, pero también es una etapa en la cual se aprende mucho, una etapa preciosa la cual se debe aprovechar al máximo.
Es un momento en nuestra vida en el que todos tenemos que abrir nuestras alas para volar. Es cuando empiezas a madurar, cuando empiezas a ver las dos caras de la vida, lo bueno y lo malo, es disfrutar al máximo de un tiempo que no conoces, es descubrir casi todo, es probar y aprender mucho, es sobretodo caerte miles de veces y levantarse un millón. Es enfadarse por tonterías para alegrarte por máximos, es vivir al límite entre la gracia y la desgracia, es descubrirte a ti mismo. Empiezas a entenderte y a entender porque pasan las cosas.
Hay veces que tan solo necesitamos ser escuchados, y no por cualquier persona sino por nuestros padres, necesitamos que nos den confianza, porque si no nos la dan ellos, no nos la va a dar nadie. Hay veces en las que miro a mis padres y pienso “necesito vuestro apoyo para salir del hoyo, necesito que seáis mis ojos cuando no pueda ver, mi hombro cuando necesite llorar, mi cielo cuando quiera volar, mi sonrisa cuando quiera reír, mi escalera cuando quiera subir y mi camino si quiero correr, pero sobre todo quiero que confiéis en mí, que no me cerréis las alas, porque ahora es el momento en el que estoy cogiendo carrerilla para empezar a volar.”
A veces la fastidio, lo sé, he podido hacer cosas malas y he podido dejar de hacerlas, pero cada vez que me ha pasado algo he sabido recapacitar y volver a mi camino.
Si me caigo me levanto y sigo andando. Por una vez estoy conociendo gente buena, estoy haciendo cosas que me llenan, estoy siendo yo misma y estoy siendo feliz.
Hace unos años escribí una cosa que decía así: “Un día me preguntaron con qué animal me identificaba más, yo respondí que con una cebra, porque no se sabe si es un animal blanco con rayas negras o un animal negro con rayas blancas. Me volvieron a preguntar que porqué decía eso y yo respondí, que no sé si soy buena por naturaleza aunque a veces haga alguna cosa mala, o mala por naturaleza aunque a veces haga alguna cosa buena. Soy adolescente, estoy aprendiendo, no me regañéis porque me equivoque, ayudadme a aprender lo que no sé “. Cada vez que lo leo estoy más de acuerdo.
Durante la adolescencia tienes los mejores momentos de tu vida y los peores porque empiezas a vivir y te empiezan a pasar cosas. Es una edad en la que sufres pero luego te lo pasas genial, sientes muchas cosas a la vez que antes no habías sentido. Te enamoras y te rompen el corazón pero sobre todo aprendes a mantenerte y a vivir la vida.
Aprendes a ser tú, a valorarte y a ser feliz, porque no hay mejor versión de ti.
Preciosa y a la vez, dura etapa.
Pingback: Revista Susurros de luz Marzo | REVISTA IMO