Lecciones de humildad

Lecciones del universo

El pasado 6 de enero volví a repartir cenas y roscón de reyes entre los sin techo de Madrid. En ésta ocasión me acompañó mi pareja Desam. Ella vive fuera de Madrid pero pasó unos días aquí y quiso vivir la experiencia que tuve el 24 de diciembre. Ha quedado en escribir sobre ello. Fue una noche de muchas emociones. Muy intensa. No voy a contar nada, espero con muchas ganas poder leer y compartir su relato.

El lunes 9 de enero fuimos a comprar a una tienda de ropa un regalo para mi hija, al salir nos cruzamos con una señora mayor con abrigo de piel que entra renegando “!Qué indignante!” Me alerta y salgo un poco asombrado de su enfado. En la misma puerta del centro había un indigente llorando, la policía le rodeaba mientras comprobaba su carnet de identidad. Otro vagabundo más, en las escaleras de salida de emergencia del centro comercial, con un aspecto bastante perjudicado, me atrevería a decir que en una fase de autodestrucción muy avanzada, casi al borde de la muerte, hinchado, colorado y deforme por el alcohol consumido posiblemente intentando encontrar un sentido a su actual presente. Perdiendo el sentido para encontrar uno. Paradojas de la vida.

La escena me entristeció. Es cierto que el lugar estaba excesivamente sucio y maloliente. Hacía frío y esas sucias, por los vómitos y las heces, escaleras eran su refugio del frío fin de semana. Lloré, no sé si por ellos o porque me estoy viendo en su situación. Lloré de rabia porque me hubiese encantado tener una varita mágica con la que poder hacer “zas” y cambiar la realidad…de pronto descubrí que los que tenían la varita mágica eran ellos y “Zas” cambiaron mi realidad. Yo soy ellos y ellos soy yo. Es su elección, no de este plano, ellos eligieron venir a este plano tridimensional con este plan de vida. Gracias porque con vuestras vidas aportáis vuestro grano de arena para el despertar de la consciencia global. Un aleteo de una mariposa en Philadelphia tiene su repercusión en Madrid…ya lo creo.

Por la noche íbamos en el Metro hacia la estación de autobuses y se nos acerca un hombre joven, sucio, muy delgado. Nos pide con mucha timidez algo de dinero para poder comer, unos ojos azules, muy tristes, brillando en medio de su delgado rostro sin afeitar. Le damos una moneda. Me volví a ver reflejado allí, en su mirada. Al rato, ya en la estación de autobuses, al salir del metro, pasó otro indigente pero a este no le dimos nada.

Desam me pregunta ¿Por qué a uno sí y a otro no? Mi respuesta fue que el primero era un joven que me atrajo con su mirada, con problemas diferentes a los del segundo hombre, yonqui, desdentado, muy colgado que pedía para comprar un billete de metro. Yo sabía que mentía, lo quería para droga. ¿Lo puedo asegurar? El primero pidió para comer y bien podría ser yo, me identifiqué con él. El segundo no consiguió captar mi empatía. Yo también podría ser él, pero yo vengo de allí y voy a otro lugar…conozco mi sombra y el lado oscuro por el que he caminado durante un tiempo.

Al cabo de un rato, el mismo yonqui vuelve a pedirnos dinero para el metro, no se acordaba de que nos acababa de pedir en otro lugar de la estación. Le miro y le digo que ya hemos dado una moneda a otra persona y que no tenemos más. Me devuelve la mirada y me dice “que mala suerte tengo, se me ha adelantado, si llego a estar antes tendría una moneda…”.

Desam y yo nos miramos y brotaron lágrimas de nuestros ojos…no podemos ayudar a todo el mundo pero todo el mundo nos ayuda a nosotros. Siempre hay una lección cuando miras a los ojos del Universo.

Gracias por hacernos ver en vosotros.

La dureza de vuestras vidas es la bondad de vuestros corazones. La dureza de vuestras miradas es quizás la forma de defenderos de nuestra frialdad.

Susurros de luz

Susurros de luz, la asociación que hace que las cosas bellas sucedan y además las cuenta.

3 comentarios en «Lecciones del universo»

  • Si, es cierto amor que a veces nos gustaría llevar una varita para que a nadie le falte nada, sin embargo ¿Quienes somos para cambiar la vida de alguien?
    Admiro esas vidas difíciles, con pruebas enormes, sacando toda su fuerza para vivir un instante, solo un instante….
    Si se vieran como yo los veo, titanes de la supervivencia…
    ¿Como nos verán ellos?¿Que pensaran de nuestras vidas?
    Seguro que no les gusta como vivo yo o tu o cualquier vecino…mas para meditar

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