Lecciones que da la vida
Podemos ir por la vida de maestros iluminados y no escuchar al prójimo. “Mi meta es esta y lo que yo creo es esto”. Así es nuestra realidad. Sin darnos cuenta estamos marcando una distancia. Parece que no queremos aprender.
Yo voy por la vida con ganas de aprender, sin embargo, a veces me engancho a una idea y parece que quiero convencer y no escuchar, hablo un poco más alto y parece que así tengo más razón o lo repito una y otra vez hasta aburrir al que pacientemente me escucha.
Después de una de esas conversaciones me suelo reír de mí mismo con mi interlocutor. Intento hacer examen de conciencia exprés y despertar.
Una posibilidad de error es una posibilidad de aprender de una vez por todas, una forma de evolución es el tropezar y si como ser humano lo haces dos veces tendrás dos opciones para poder despertar. Cada uno tiene infinitas posibilidades de despertar y de aprender.
Puedes llegar más lejos o más cerca pero para ello tendrás que pasar por un trayecto previo.
No siempre se hace un camino de rosas, como tampoco es siempre espinoso. Cada uno ve la belleza a su modo, bien en un cardo, bien en una rosa, pero todo es naturaleza, todo natural. Todo es como tiene que ser, la belleza está ahí mismo, en las cosas, no en como las vemos, la belleza está en las cosas en sí mismas, solo por existir es hermoso, aunque no encaje en los cánones pre establecidos por las épocas y costumbres en que vivimos.
No por ir más allá de las palabras encuentras sentido a las mismas.
Si tienes la opción de facilitar la comprensión de tus ideas usando las palabras ¿por qué no hablar el mismo idioma?
Todos estamos aquí para tener nuestra propia evolución, sí, sí, es evolución, cada uno la lleva a su ritmo y a su velocidad. Muchos ni siquiera son conscientes de su fortuna, simplemente viven/vivimos como zombis con el cerebro absorbido por los temas que nos mueven y conmueven en la senda de la vida, eso ya es una experiencia y por lo tanto una evolución.