Lo normal
Estoy leyendo en un vagón de MetroMadrid. Entra un señor con su hijo adolescente, este grita con la peculiar voz de un síndrome de Down un entusiasta «¡hola’» al que nadie responde, ni siquiera yo que me quedé maravillado de la escena. Arrepentido de no haber respondido me acerco a donde está sentada tan bella familia y cuando voy a decir «Feliz día» el hijo hace una carantoña al padre y el padre se lanza a por el joven dándole un abrazo de esos que llenan de calor el frío tren.
Voy por el andén hacia las escaleras y un joven de anchas espaldas y brazos fornidos pasa a mi lado. Alcanzo a ver que lleva una camiseta de un equipo deportivo. Lleva a la espalda el número 9 y encima la palabra Love.
Tengo un rato para esperar y me voy a un parque a pasear, buscar una sombra y seguir leyendo.
Camino despacio. Una mujer me adelanta, de pronto se para, agarra una bolsa de plástico del suelo, basura ajena que hace suya, y la tira a la papelera.
Estás no son noticias para la televisión porque no es noticia… Esto es lo normal.