¿Me das un abrazo?
Jose Mª Escudero Ramos, Madrid, 27 de julio de 2022
El pasado sábado día 23 de julio volvimos a pedir abrazos, en esta ocasión Desam. Ferrández y yo fuimos con muchas ganas al parque de El Retiro en Madrid. Allí estuvimos dos horas dando y recibiendo abrazos a una variedad de personas muy interesante.
La verdad es que no sabíamos cómo iban a reaccionar los paseantes del parque, primero por el dichoso virus y luego por el calor, pero nos sorprendimos porque pudimos dar muchos abrazos.
¿Por qué hacéis esto? Nos preguntan muchas personas tras darnos un abrazo. Pues porque lo necesitamos. La energía que se comparte en este tipo de acciones es tan hermosa que no se puede definir, todavía no se ha inventado la palabra adecuada para expresar la magnificencia de las kedadas de abrazos.
Los desafíos con los que nos encontramos son que las personas pierdan el miedo a juntarse, a dejar que pasemos de esa zona de “protección”, luego está el mantener el abrazo al menos 9 segundos, cuanto más largo, mejor.
Abrazar y rendirse.
No hace falta hacer nada, ni palmaditas en la espalda, ni hablar. Sencillamente se trata de abrazar, dejarse abrazar y sentir, a ser posible corazón con corazón y disfrutar la meditación activa del estar en el presente, sintiendo.
Un abrazo es un regalo y en los tiempos que corren muy necesario porque según los estudios de algunas universidades de cuyo nombre no quiero acordarme, un abrazo genera oxitocina, esa hormona de la felicidad que hace que nuestro sistema inmune sea más eficiente.
Dimos muchos abrazos a abuelas, abuelos, jóvenes, niños y niñas, corredores… dos italianas pasaron frente a nosotros, volvieron y nos preguntaron que hacíamos. Resulta que una de ellas se casa en septiembre y estaban de viaje de despedida de soltera. Nos encantó escuchar sus historias… el amor… y que «abraccio» tan lindo para el recuerdo de su viaje a España… con ese recuerdo nos quedamos nosotros.
Los abrazos de mi primo José Luis; de las familias al completo, hijos, hijas, madre, padre; los de aquellas personas que dicen que no les gusta dar abrazos pero han visto algo en nosotros “que no puedo evitar daros un abrazo”; y, como en otras ocasiones, parejas que pasan a nuestro lado y no quieren un abrazo nuestro pero se acaban abrazando entre ellos. Nos encanta.
La energía que se mueve en estos eventos es maravillosa. Os invitamos a que probéis a abrazaros y si ya lo hacéis, hacedlo más. La sociedad está muy necesitada de abrazos, yo el primero por eso te invito a que nos sigas en redes sociales y para la próxima convocatoria no dudes en venir a darnos tu abrazo. Yo lo necesito. ¿Me das un abrazo?
