Mírame a los ojos, papá
Hace unos días volví a ver un vídeo muy hermoso en el que varias parejas se miran por unos minutos a los ojos. En cuanto lo vi se lo reenvíe a mi compañera de camino, Desam, quien al verlo me preguntó lo mismo que pensaba plantear yo… ¿lo hacemos? En este momento nos separaban 460 kilómetros pero quedamos en que «tan pronto nos veamos lo haremos».
Ayer estaba con mi hija María haciendo los deberes y me pone una canción muy densa, desgarradora, la letra es para analizarla frase a frase porque va cargada de “razones”, la voz de Beret es puro sentimiento, es de esas canciones que te hacen remover las entrañas, Bala perdida. La pone otra vez y me insiste “escucha la letra, papá”.
Acaba la canción y de nuevo, “papá, vamos a escucharla otra vez, pero ahora mirándonos a los ojos”, sin que supiera nada sobre el primer vídeo de este post ni del plan de Desam y mío.
Y así hicimos, escuchamos la canción mirándonos a los ojos, atravesando la carcasa con la que nos disfrazamos, sintiendo la luz del alma. Os aseguro que han sido los 2 minutos 11 segundos más intensos que he vivido con mi hija. Alguna lágrima se deslizó por mis mejillas.
Al terminar sentí que la unión que tengo con mi hija no es ni de este mundo, ni de esta plano. Ese ser de luz que ha elegido ser mi hija es mi mejor maestra.
No hay amor más grande. No lo hay.
Gracias, María.
Y por supuesto, Desam, prepárate porque esto hay que vivirlo, hay que sentirlo.
Y a todos los que me leéis os invito a probarlo…
Yo algún día iré a la calle, no a pedir abrazos, simplemente pediré que me miren a los ojos unos minutos… con la música del alma de fondo.
Primero decirte, que tu hija es impresionante! Cuánta sabiduría traía ya a este mundo. No la conozco, pero lo sé. Felicidades por ella, qué alma!
Y también decirte, que sí, que lo he experimentado, hace años, pero que cada día es más intenso. Hace unos meses, la ultima vez. Es impresionante hacerlo, es ver el alma de la otra persona y sentir esa conexión, esa unión más allá del plano terrestre. De donde venimos, en donde todos somos uno.
Una experiencia maravillosa. Me encantaría hacerlo contigo y con tu amiga Desam también. De cualquier manera, lo seguiré experimentado con todas las personas que quieran hacerlo. No se puede explicar, o al menos, yo no puedo expresarlo con palabras, se me quedan cortas: es el ver/nos más alla, es la fusión, nuestro estado, como somos antes de encarnarnos, es el Amor. Es maravilloso!
Un beso Jose