No sabemos nada de la vida…
¿Qué se llama vida y que nos gusta?
No sabemos nada de nosotros, ¿qué nos etiquetamos con extraños nombres y adjetivos? Descubrimos que nos deberíamos querer más, quizás en uno de esos momentos de lucidez en los que la luz de la luna se refleja en nuestras pupilas y, tras un suspiro, recordamos que la belleza de la vida radica en eso, en suspirar, en respirar, en inspirar y exhalar, como cuando meditamos…cuidado con esas respiraciones que híper ventilamos, nos sentimos mareados y en vez de ver nuestro interior, observamos la vida desde otra dimensión, la cuarta quinta, sexta o hasta donde tu imaginación llegue. El límite lo pones tú, y tú, y tú, y por supuesto, yo.
¿Ves esa línea del horizonte? Pues es el infinito, cada vez que te acercas, se aleja, pero eso no quiere decir que no exista, el límite lo pone tu percepción de las cosas, puedes intentar ir a por él y cambiar la perspectiva de la vida… no hay límites, hay metas conquistadas y otras por conquistar.
¿No serán esos límites como los gigantes que veía Don Quijote? ¿Meros espejismos creados por nuestras mentes enfermas y limitadas por una sociedad que juega a asustarnos? ¿Pero quién dijo que el miedo paraliza? El miedo nos debería hacer avanzar para enfrenarnos y superarlo, como hacía ese Quijote cuyo nombre quedó como adjetivo de los que luchamos por un noble ideal. ¿Locos? Nos tildan de locos, jajaja,jajaja, jajaja…
Jose M Escudero Ramos