Jose Manuel Garrido

Prisma de José Manuel Garrido

Según tengo entendido, a mucha gente le interesa cuáles son las normas y la monotonía del día a día de un Sin Techo. Estoy intentando recordar tanto los cómicos como los trágicos momentos que podrían rellenar éste artículo. Hacerlo es muy duro para mí pero reconozco que también eso me hace más fuerte y mis pies se aferran aún más al suelo donde piso.

Días en los que pienso en cosas para intentar no volver a caer en esa miserable vida.

Las cosas no son estrictamente cómo las vemos porque nos imaginamos otras. Hay que aprender a mirar la vida desde los diferentes puntos del prisma.

En una ocasión, estaba con uno de mis compis de sueños en Cibeles. Ambos sentados en el suelo ante un pequeño taburete. Sobre él tenía mi móvil del que no quitábamos la vista.

-¡Chaval!, ¿Sabes una cosa? Estoy riéndome por dentro y lo bueno es que tengo motivos para ello.

-¿Y eso?_ me respondía mi amigo.

-Pues mira, cierra los ojos unos instantes y mírate a ti mismo. Estás cómodamente sentado, comiendo galletas y bebiendo tu inseparable refresco mientras disfrutas, junto a mí, de un bonito partido de fútbol del Madrid en el móvil. ¿Te imaginas que un sin techo podría llegar a ésto?. Es decir, no tenemos donde caernos muertos y sin embargo aquí estamos. Tirados en la calle, viendo el partido del Madrid en una televisión a color… «Chiquitita», ¡Sí!… Pero es una tele a color, y vemos el partido en directo. Todo el mundo lo ve en el bar de turno o en su casa, nosotros lo hacemos en la nuestra (la calle). Nadie nos da envidia.

Poco más tarde, como a mitad del partido, llegaron allí un grupito de chavales a esperar el bus del barrio de la Peseta. Nos miraban mal, con cara estúpida. Como si no entendiesen que pudiéramos hacer eso nosotros. La envidia les comía por dentro.

Pues bueno, volviendo a lo anterior, me imagino que la mayoría de nosotros no tiene ni siquiera intención de ver un simple ( o gran ) partido de fútbol. «¡Eso no me dará de comer ésta noche…!» pensarán. Y sin embargo, nosotros ahí estamos, adaptándonos día a día a las normas que nos dicte el porvenir.
Además de cómico, el momento fue muy instructivo, puesto que ambos aprendimos que la vida es un prisma que hay que mirar desde todos los puntos posibles. Aprendimos que la vida es un prisma maravilloso.
Y ahora, yo le pregunto al lector… ¿Desde cual? ¿Desde qué lado del prisma contemplas el día a día de tu vida?.

José Manuel Garrido
Julio 2024

Susurros de luz

Susurros de luz, la asociación que hace que las cosas bellas sucedan y además las cuenta.

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