VeganaGal 2023 Madrid

05/12/2023 Susurros de luz

Redacción. Madrid, 5 de diciembre de 2023

Los días 25 y 26 de noviembre tuvo lugar el encuentro de cultura vegana en la feria VeganaGal Madrid Edition en el Pabellón de Cristal de Casa de Campo.

VeganaGal es una es una feria nacida en Vigo en el año 2021 como respuesta a la necesidad de un público exigente y comprometido que está cada día más implicado en la búsqueda de productos que eviten los ingredientes de origen animal en su elaboración y composición.

La feria contó con más de cien casetas expositoras que dieron visibilidad a las novedades del sector promovidas por marcas de alimentación, moda, cosmética y servicios, así como santuarios y ONG´s, que día a día demuestran que un estilo de vida más respetuoso con el planeta y los animales es posible.

Visitamos la feria los dos días, con dos tipos de miradas, la consumidora vegana por excelencia, Desam. Ferrández y el vegetariano, Jose María Escudero, quien esto escribe. Al finalizar mantuvimos un debate sobre lo que nos llamó la atención y lo que más nos gustó.

Personalmente me gustó volver al Pabellón de Cristal de la Casa de campo, mucho más próximo en distancia y a la vez más intimo que el recinto ferial de Campo de las naciones. Me llamó la atención la entreplanta con toda la moda sostenible y las ONG´s que allí mostraban sus productos e ideas para salvar aves, perros, peces o los océanos y mares.

Los stands de ropa sostenible y libre de productos derivados de animales aportan un color alegre a la feria. Los puestos de bisutería, velas o zapatos aportan sus novedades como en cualquier otra feria por ello pude conocer una empresa que hace zapatos con maíz, tenían como reclamo una máquina de hacer palomitas. Conocíamos la “piel vegana” de Piñatext pero no sabíamos que hacían calzado con el maíz. Es asombroso porque el tratamiento de los restos de las piñas o mazorcas hace que no haya residuos pues todo se usa, lo que no se puede utilizar para comida, tejido o calzado, se usa como biocombustible para generar energía a la propia empresa.

En cuestión de reutilización de ropa nos encantó el stand de Planeta Dots que gestionan dos emprendedoras sociales que hacen moda, y muy hermosa, con las donaciones de ropa que reciben, de esas prendas rotas, gastadas o que ya no nos ponemos, aprovechan hasta la cremallera de los pantalones para hacer monederos, también hacen bolsos, jerséis, ropa deportiva, todo un catálogo de verdadera moda sostenible y llena de color. Planeta Dots desarrollan la Caravana, donde ofrecen experiencias lúdicas, de sensibilización y educativas relacionadas con la costura sostenible en ferias, colegios o a través de asociaciones y Creaciones Dots, una firma de ropa y complementos upcycling, que ofrece alternativas coherentes de moda slow de la que ya hemos hablado.

Conocimos My vegan Closet (Mi armario vegano) un portal de referencia como directorio de marcas veganas. Muy útil pues a veces cuesta encontrar ciertos productos.

En la planta baja se encontraban las empresas de comida, restaurantes, otra más de calzado, librerías y el Mercado Social Madrid, una cooperativa muy interesante y digna de conocer por los servicios que ofrecen, desde compras en tiendas adheridas hasta seguros, productos financieros, energéticas, siempre con el fondo de la sostenibilidad y la ética.

En la feria hay una oferta muy interesante de tiendas solidarias. Toda una variada oferta de santuarios de animales dan a conocer qué hacen y con qué recursos cuentan. Y si uno tiene tiempo y curiosidad, hasta puede aprender mucho sobre ellos, sobre los animales, aves, caballos, perros, gatos, caballos, y sobre los santuarios.

En cuanto a la programación de talleres, demostraciones gastronómicas y charlas, hubo una variada oferta, como la charla de María González, responsable del santuario La Vida Color Frambuesa, sobre el tipo de vida que llevan los animales en un santuario; o la profesora y activista Marta Martínez, conocida por la web y redes sociales Mi dieta vegana; la socióloga Míriam J. Lastra; la joven activista Olivia Mandle; la coordinadora general de Ética Animal Olaia Freiría y la reconocida nutricionista Victoria Lozada (@nutritionisthenewblack), Gloria Carrión (@lagloriavegana), Manel García (@addictedtohummus), Álex Pirla y Marc Coloma (Heura), Amanda Ortiga y Pablo Donoso (Distrito Vegano).

Desam. tuvo la oportunidad de preguntar en Foodys sobre la novedosa impresión en 3D de algunos de sus productos. Unas semanas antes de la feria leímos un artículo sobre esta empresa de Tudela, Navarra, en donde se hablaba de un paté que era una delicia y de su técnica de producción en impresión en 3D. En ese momento no nos gustó mucho la idea, entre otras cosas porque no sabíamos que ingredientes llevan, cuántos químicos o conservantes que pueden resultar nocivos para el consumo, escondidos tras una E y unos números. Desam. quedó satisfecha de la respuesta recibida, todos son productos naturales basado en plantas y vegano 100%. De todo lo que tienen en catálogo, lo único que tienen como producto impreso en 3D es el no bacon vegano, y lo hacen así para que no quede uniforme, para que parezca más parecido al bacon. Nos regalaron muestras de albóndigas y no-carne picada. Por cierto, estaban deliciosas. Los productos impresos en 3D se pueden reconocer porque tienen un distintivo en la etiqueta.

En los stands donde ofrecían productos de comida daban muestras donde se podía degustar jamón, atún, calamares, paté, tortillas, etc. por comida vegana que no falte.

Desam. y yo compartimos gustos veganos desde hace tiempo. En Castellón solíamos ir a un restaurante tipo fastfood de comida vegana, Vegacos que cerró por el confinamiento. Los empresarios no se quedaron de brazos cruzados e idearon un producto novedoso, y delicioso, el resultado es Rollito vegano, un tipo de embutido vegano especiado con una textura y un sabor diferente, rico rico. Son emprendimientos sociales y sostenibles que cubren un nicho, que genera trabajo y beneficio para poder llevar una vida feliz haciendo felices a los consumidores.

Nos hizo mucha gracias la empresa Mommus con su Censurasada, para que nos entiendan, es como una sobrasada vegana a la que no se puede llamar sobrasada. También tienen No queso camembert. Su publicidad es muy divertida: Aquí ordeñamos anacardos. Uno come con los ojos y recuerda el buen rollo que generan las marcas. Mommus nos ha conquistado

A nosotros no nos gusta mucho esos productos con sabores parecidos a los que comíamos antes. Cuando uno toma la decisión de no comer animal, decide dejar de lado los sabores del bacon, hamburguesa, paté, calamar, etc. No queremos comer esto, pero entendemos que la producción de estos productos es para el consumidor que si le gusta e incluso a los que comen animal para que puedan disfrutar de los sabores de sus comidas favoritas en opción vegana, esto es, sin hacer daño al planeta ni a los seres sintientes que lo habitan.

Nos parece interesante todo tipo de propuesta vegana siempre que no sea impuesta, pues las imposiciones pueden generar confrontaciones. Tampoco nos gusta mucho la idea de que grandes corporaciones ni fundaciones de renombre internacional promuevan este tipo de producto pues todo lo que llega a ser grandes industrias dejan de lado los grandes principios por conseguir poder y dinero y eso está en contra de nuestros valores.

Este tipo de eventos invita al consumidor a conocer nuevas alternativas de vida y de alimentos. Así como no hace falta ser vegetariano para disfrutar de una ensalada, no hace falta ser vegano para degustar y disfrutar de la comida y la cultura vegana. Y que sea vegana y sostenible, pues sería hipócrita hablar de salvar el planeta no comiendo animal a la vez que se exporta soja o frutas, verduras, de otros países de los que sabemos no cuidan el entorno ni las producciones, qué semillas y fertilizantes usan, cómo respetan a los nativos de sus tierras, cómo cuidan el no contaminar ni explotar las tierras ni otros cultivos. Y tampoco debemos de olvidar el comercio de proximidad, productos locales, el transporte por mar contamina igual si transporta soja o carne de la Argentina.

La cultura vegana no ha de perder el sentido común, el respeto a toda forma de opinión y de gustos gastronómicos y debe seguir innovando nuevas texturas y sabores que seguro nos van a sorprender.

Enhorabuena a la organización de VeganaGal. Espero podamos disfrutar de la feria por muchos años.