Lecciones de humildad

Voluntariado en Hogar Guadalupe

Desam. Ferrández. Asunción, 5 de mayo de 2019

La mejor ocupación es aquella a la que te dedicas porque te apetece y cuando quieres. Es esa tarea que te sale del corazón, sin pensar, sin haber realizado ni un proyecto, eso que  simplemente fluye. Por ejemplo, el sábado 4 de mayo fui al Hogar Guadalupe con la asociación Aiesec y no sabía lo que íbamos a hacer, iba abierta a que ellos me dijeran la tarea a desempeñar, cuando llego no había nada estricto, solo una propuesta ¡JUGAR! Con los chicos.

¡Bien! Como no me gusta correr detrás de un balón, he agarrado una silla y me he sentado al lado de una usuaria y hemos empezado a platicar, eso se me da bien. Luego me he ido moviendo hablando con unas  y con otras, también con jóvenes que están trabajando en este hogar. Estuve un rato jugando con la pelota, porque una niña me pidió que jugara con ellas al balón.

Sin embargo diría que lo más hermoso ha sido realmente estar… y hacer lo que me pedía el cuerpo, escuchar, observar, jugar, compartir…

Así de fácil es ser humana y feliz.

El ser abierto a la tarea por venir, expansiona el resultado, lo multiplica.

Algunos niños son tímidos, con una sonrisa les estrechaba la mano mientras me presentaba y les preguntaba el nombre y así rompíamos un poco el hielo je, je

Al final pregunté a varias muchachas si se lo habían pasado bien y sobre todo si se habían sentido bien, o sea, que no sintieran que les habíamos invadido su espacio y que habían jugado con nosotros porque querían y no porque se sentían agobiadas, es importante que tanto ellos como nosotros nos sintamos libres.

La experiencia muy, muy buena, los niños increíbles. Me encantan, súper abiertos y muchos han querido jugar.

Los compañeros súper agradables, divertidísimos, actuando y jugando desde el corazón.

He estado tan a gusto que me he quedado con ganas de más, a ver si tengo suerte y repetimos juegos pronto.

Muchas gracias a todos por compartir ese sentido de la vida que es ser voluntario.

Gracia Hogar Guadalupe, por abrirnos las puertas y permitirnos entrar en vuestra morada.

Gracias

Susurros de luz

Susurros de luz, la asociación que hace que las cosas bellas sucedan y además las cuenta.

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