Vuela, hermosa, vuela
PENSAMIENTO COMPARTIDO POR DESAM. FERRÁNDEZ
LIMPIO, PARAGUAY. 5 DE DICIEMBRE DE 2018
Tus lágrimas no son en vano, te convierte en mejor humano.
No sabes hasta dónde podrás volar hasta que veas tus alas brotar.
Cuando seas como yo, podrás vivir con la casa a cuestas reptando y emprendiendo un nuevo día sólo con lo que llevas contigo.
Vuela, hermosa, vuela
Dicen que la transformación es dolorosa. Yo diría que no es un dolor físico, es un dolor que va más allá, superando las barreras del propio organismo, aunque el reflejo lo sientas en tu mente, en tus lágrimas, y en tus vísceras.
No te apures, ni te preocupes, ocúpate de encajar cada emoción, en cuanto aparezca ten a mano un pañuelo para que puedas agradecer que, a pesar de lo diminuta que eres, tienes una conciencia diferente.
Que gracias a tu emoción lloras y pides perdón por la poca consideración que has tenido hasta ahora.
Vuela, hermosa, vuela.
Otro golpe de conciencia de humanidad que me hace casi vomitar y llorar hasta encanarme. ¿Cómo puedo menospreciar a un insecto y creerme mejor humano?
Quizás he de empequeñecer más para darme cuenta de la magnitud de lo que me rodea.
Una palabra es capaz de desatar una vorágine de emociones, ponerme en lo alto de la montaña rusa y después sumergirme en un torbellino de pensamientos que desde luego, no me hacen sentirme orgullosa de ser humana.
Hay algún eslabón que me pierdo y vertiginosamente en ese momento de conciencia me estampo contra la pared, contra ese muro que he puesto para mí protección y que en un momento, solo necesito una frase para que se rompa y me sienta desnuda, desprotegida.
Vuela, hermosa, vuela.
Leo que es bonita la mariposa, sin embargo no la oruga inicial, cuando veo una oruga comiendo hojas me parece maravilloso, tras leer esto mí estomago da un vuelco se pone del revés y con él mi sentir, cómo puedo avanzar si no respeto a esa oruga o insecto.
¿Lo considero como a mí igual? seguramente tendrá órganos como yo, seguramente tendrá sangre, familia, amigos o como sea que viva.
Cuando un insecto o similar lo veo dentro del hogar en el cual estoy habitando me parece asqueroso.
¿En serio? Cuál de los dos está en el hábitat del otro, seguramente yo, la inteligente, lo he apartado de una patada para construir mi mansión.
Posiblemente el insecto con el tiempo ha regresado al mismo lugar, y a visto que le han construido una mansión, y habrá dicho “!qué bueno me han construido un lugar donde ya no me volveré a mojar, donde ya no sufriré las tempestades del clima!” y hasta voy más allá, igual soy yo la que le produce asco a él, al verme grande con pelo y ropa pegada a mi piel.
Vuela, hermosa, vuela
Nada es tan duro que no se vuelva suave después de la integración y la comprensión.
Nada te agrede tanto como tu reacción, sin embargo, gracias a esa reacción te vuelve tierna, comprensiva y hasta un poco más ligera.
Nada es tan importante que no permita tu andadura.
Vuela, hermosa, vuela
Y vuelve al hogar de donde viniste, pero antes sigue rozando todos mis cuerpos hasta que te escuche.