29/42 Reto 42´195
Colaborando con Madre Teresa en Madrid me pidieron que fuese con el Tren de la esperanza a Lourdes, pues habían invitado a cuatro de los residentes en la Casa del SIDA para ir con ellos, pero no irían si no les acompañaba un voluntario. El perfil no era peligroso, eran ex-reclusos. Lo cierto es que a veces se escapaban y compraban heroína, aunque tenían su dosis diaria de metadona, pero la droga es la droga…y la libertad, la libertad. A veces se lo hacían pasar muy mal a las hermanas misioneras que con gran amor atendían a todo aqel que lo necesitará.
Fui a Lourdes de camillero, es como se llama a los voluntarios allí.
La segunda noche nos reunimos todos los camilleros para compartir nuestros sentimientos.
El primero en hablar dijo: “Estoy muy emocionado. No sé cómo voy a explicar lo que siento aquí cuando vuelva a Madrid”. El segundo dio la razón al primero: “es verdad, lo que aquí se vive es difícil de explicar”. Entonces levanté la mano y pedí turno. Dije un breve discurso: Es fácil sentir esto aquí, estamos en Lourdes, lo difícil es mantener el espíritu de Lourdes en Madrid, de regreso a casa. Si tuviésemos esta actitud de entrega, amor, humildad y servicio con todos con los que nos cruzamos, sería todo muy diferente: en la oficina, al comprar el pan, al conducir… Llevemos el espíritu de Lourdes a Madrid, que no se quede aquí”. Nadie más habló. Callamos y meditamos las palabras que habían salido de mi boca.
Yo he flaqueado mucho desde entonces, me caigo y me levanto, me duermo y vuelvo a despertar…intento ser coherente con mis palabras, e intento que mis palabras sean coherentes con mis pensamientos, que mis actos sean coherentes con mi esencia.
¡Coherencia! ¡Qué fácil es hacer el bien donde creemos que se necesita más, cuando quizás se necesite más en donde residimos habitualmente!
Mi idea es generar necesidades de ayuda, observar, captar y actuar en beneficio de todos, aquel que se muestra como necesitado y el que realmente necesita ayuda, o sea, los que la ofrecemos, los auténticos beneficiados.
Si quieres colaborar, te lo agradeceré con Amor en acció.
