Las tres Bes. Editorial Noviembre 23

Las tres Bes

Con lo bien que vivimos en paz y cuanto beneficio genera una guerra.

No, no voy a tomar partido por ninguna de las opciones. Solo tengo una batería de preguntas cuyo sentido es generar más dudas. Pero si comienzo a preguntar seguro que se me tacha de negacionista o facha. Las autoridades, como se definen, harán lo que sea con tal de no dar respuestas a mis preguntas pero si que intentarán hacer quedar al prójimo como un loco que no quiere dar razón de ser ni a la violencia, ni al extremismo, ni al capitalismo ni al comunismo… ni a ninguno de los anteriores. Ninguno de los anteriores de nuevo. Lo que si puedo confirmar, cada día con más razones, es que los sistemas de poderes, económicos, políticos, sanitarios, ambientales, religiosos que han gobernado en los últimos siglos, no han servido para nada más que perpetuar conflictos y extremar la pobreza. Y eso que trabajan como funcionarios para el bien de la sociedad.

Ninguno de los anteriores, no me gusta ninguno de los que hay.

No aceptemos por bueno aquello que moral o éticamente es malo, pues normalizamos el mal sin darnos cuenta. No tenemos porque tomar partido por ninguno de los bandos. Podemos ser independientes y tener criterio propio, seguir nuestros instintos de paz con sentido común.

Desam, mi compañera de camino, me habló recientemente de una charla de Pipo Prendes en el canal de Youtube de Luján Comas, Pipo habla de las tres Aes y las Tres Bes, que escuchó en una conferencia de cuyo nombre no puedo acordarme. Las tres Aes; Aquí, así y ahora; y las tres Bes: Hacer el bien, hacerlo bien, pasarlo bien.

En nuestras creencias, inculcadas a sangre y fuego, creemos que para estar guapa hay que sufrir, que para vivir bien hay que tener muchas posesiones, para ser feliz se ha de ser un bebedor social, estudiar, tener un título y muchos másteres, trabajar y conciliar la vida laboral… y para eso abren más guarderías… ¿perdón?… ¿Qué es conciliación familiar?

Juegan con las palabras, con los miedos, con las emociones, con nosotros – contra nosotros. Es una paradoja.

El sistema no funciona y lo peor es que parece que no hay alternativa. Lo único viable sería suspender de sueldo a todos los políticos del mundo y que cobren por objetivos, dependiendo de los resultados obtenidos con ética, valores y moral y por encima de todo, sin violencia. Y para poner una guinda encima del pastel, haciendo que el ciudadano medio, en lugar de estar sufriendo por poder pagar las facturas y poder llegar a fin de mes, viva disfrutando lo que hace, con un trabajo honesto, bien remunerado y con el horario perfecto para poder conciliar de verdad la vida familiar y social, pues según dice la ciencia, lo escuché de boca de la psiquiatra Marían Rojas Estapé, un abrazo de tu hijo hace que nuestro cuerpo segregue Dopamina, igual ocurre al hacer planes y salir con amistades, tener vida social y, al menos, un propósito de vida.

En este momento mi propósito de vida es vivir “pacíficamente” por la paz en el mundo aunque para ello tenga que dar mi vida.

Acepto propuestas para conseguir la paz en el mundo de una forma ética, honesta, desde los valores intrínsecos del ser humano, desde ese punto de unión de todas las culturas: el amor… ah, y con respeto a la libertad de toda forma de ser sintiente.

Hacer el bien, hacerlo bien, pasarlo bien.

Jose María Escudero es fundador y editor de la revista y asociación Susurros de luz